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Máfil, la comuna parada en hombros de Gigantes

Este texto es parte de una serie de 14 publicaciones que realizará Diario Austral. Corresponde al séptimo capítulo del libro "Territorio Narrado: Crónicas de la Región de Los Ríos", presentado publicado en febrero de 2025 por el Consejo Regional Los Ríos del Colegio de Periodistas y el Círculo de Periodistas Camilo Henríquez, con financiamiento del Gobierno Regional. Las ilustraciones son del artista Byron Flores y el diseño editorial de Nütram Lawen. www.crónicasdelosríos.cl
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Debe ser la vaquita más famosa en nuestra región. Está en la ruta 202, a unos veinte metros de altura, instalada sobre una copa de agua. Se ha vestido con traje de huasa para Fiestas Patrias; de vieja pascuera para Navidad; de bruja para Halloween; e incluso se le ha puesto la camiseta de la selección chilena para las clasificatorias del Mundial de Fútbol. ¿Con qué atuendos nos seguirá sorprendiendo?

El emblemático animal se ubica en el punto de encuentro de las rutas 202 y T 305, en el sector de Cayumapu, Valdivia. Es habitual identificar el lugar donde se emplaza esta vaquita como "la quesería que está camino a Máfil". Y es que precisamente el icónico animal marca el trazado de la capital regional hacia Máfil.

Pero más allá de lo anecdótico que puede simbolizar esta vaquita, Máfil, que en mapudungún significa "abrazada por los ríos", posee una interesante historia asociada a un pasado ligado a las minas de oro y sobre todo al carbón, la agricultura, la llegada del ferrocarril, y al empuje de familias emblemáticas.

Aquí una pincelada histórica y patrimonial de esta comuna que siempre tiene cosas que contar y que tampoco ha estado exenta de tragedias.

Antes de fundar la actual capital regional de Los Ríos, el español Pedro de Valdivia pasó por Máfil, aproximadamente en los últimos días de 1551. Se encontró con un asentamiento mapuche-huilliche que utilizaba la tierra para sus cultivos. El poblado era denominado Maco, antiguo nombre de la comuna.

Lo que sucedió después es más o menos conocido: Valdivia continuó su rumbo por el territorio y fundó una ciudad llamada Santa María la Blanca de Valdivia, prolongando así su ideario expansivo.

Pero volvamos a Máfil. Además de los fértiles suelos, lo que llamó la atención a los españoles fue la presencia de minas de oro y carbón. El escenario descrito pasó de voz en voz, lo que produjo que estos colonos comenzaran a asentarse en el lugar desde el siglo XVI.

Pero el tiempo pasa y "lo único constante es el cambio", como lo señala el pensador y futurólogo Alvin Toffler. La localidad de Máfil continuó su desarrollo no sin estar ajena a lo que ocurría en el país en términos económicos, políticos y culturales.

En 1845, bajo el mandato del Presidente Manuel Bulnes, se promulgó la Ley de Colonización y Tierras Baldías, lo que trajo consigo migración importante de colonos alemanes desde Europa, quienes llegaron a Valdivia y al sur de Chile.

Nuestro país, además de ocupar y poblar el territorio en zonas "extremas" para la época -como lo era Valdivia y sus alrededores-, debió en paralelo estrechar la brecha de conectividad. Fue por eso que emprendió la construcción de la red ferroviaria, que ya había avanzado en el norte gracias al impulso de las empresas mineras.

Los descendientes de los primeros alemanes comenzaron a arraigarse en Máfil. Trajeron desde Europa sus usos y costumbres, además de establecer su sello en los patrones constructivos de sus viviendas. Un botón de muestra es la Casa Fehlandt, valioso inmueble que se ubica en el número 659 de la calle Pedro de Valdivia. La casona fue construida en 1928 por Hans Fehlandt, descendiente de los primeros grupos de colonos alemanes que llegaron al sur a mediados del siglo XIX. Sus características para la época la hacían resaltar, construida de madera, su diseño y construcción son el fiel reflejo de las técnicas e impronta alemana. Posee dos niveles y, en sus inicios, fue utilizada para uso habitacional, aunque siempre prestando funciones prácticas al fundo de la familia Fehlandt. Su ubicación era estratégica, emplazada frente a la estación de trenes.

Esta particular casona con el tiempo cambió su uso de habitacional a comercial, pues allí se instaló una pulpería para los trabajadores del fundo y, al mismo tiempo, un almacén para los habitantes del sector.Más