Hace unos días fue anunciado un frente de mal tiempo que traerá la lluvia a la región. Para muchos, puede ser la salvación para los cientos de productores lecheros o agricultores, sin embargo, esto está muy distante de nuestra realidad, ya que nos afrontamos a un invierno que a la fecha ya arroja una baja en la producción y significativas pérdidas económicas para la región.
Ahora bien, cuando hablamos de las perdidas productivas, están dadas principalmente en la ganadería de leche, donde se proyecta una pérdida entre el 10% al 15% para el primer semestre del año, que en volumen es del orden de los 30 millones de litros, aproximadamente. Considerando el precio actual, se registrará una pérdida de más de US$ 10 millones durante el primer semestre del presente año, y con posibilidad que el segundo semestre sea igual o peor, dependiendo del escenario agroclimático a partir de agosto-septiembre.
Otro rubro severamente afectado es la ganadería de carne, que si bien su situación es más compleja de evaluar, pues es un mercado más disperso en territorio y en cadena económica, podemos adelantar que fácilmente elevará las pérdidas de ingresos para la economía regional a cifras que superan un 60 a 70% las del sector lácteo, con el agravante que este rubro es el sostén principal de la pequeña y mediana agricultura, golpeando las comunas con mayores índices de ruralidad como Panguipulli, Futrono o Lago Ranco.
Hace unos meses se presentó a la autoridad regional el estudio "Impacto y Proyección del Efecto de la Sequía en los Productores Lecheros de la Región de los Ríos", que arrojaba datos claves, como que el alimento se acabaría en mayo y que el sector en su global necesita US 71 millones de dólares para costear la falta de alimento necesaria para superar así la crisis. Sin embargo, y pese a que el Gobierno Regional ha mostrado su preocupación y disposición, la burocracia y la poca comunicación entre servicios, han dejado estos esfuerzos en solo intenciones.
A esto se suma que desde el nivel central nuestro problema no es visto como tal. Por esto, ni el Banco Estado puede entregar algún tipo de apoyo especial, ni siquiera para los medianos productores, dejándolos nuevamente solos, a la merced de la banca nacional y de los créditos a largo plazo que se deberán solicitar para salir de este rudo invierno, que ya se nos vino encima.
Juan Enrique Hoffmann
Columna