Victoria Gatica Villegas
Por 35 minutos se extendió la reunión que mantuvo el arzobispo de Malta y enviado papal, Charles Scicluna con el abogado, víctima y representante de ex seminaristas y ex alumnos del Instituto Salesiano de Valdivia, Marcelo Vargas.
En el encuentro, que se realizó en la Nunciatura Apostólica, en la comuna de Providencia, Vargas presentó antecedentes y pruebas periciales y testimoniales que inculparían a sacerdotes de la Congregación Salesiana de Valdivia, de abusos sexuales ocurridos desde 1980.
Entre las cerca de 20 reuniones que el enviado papal agendó en su venida al país, se entrevistó con Juan Carlos Cruz y Andrés Murillo, víctimas del ex párroco del Bosque, Fernando Karadima, piezas esenciales en la investigación que el arzobispo realiza para esclarecer las responsabilidades del obispo de Osorno, Juan Barros, acusado como encubridor de los abusos cometidos por Karadima.
acción en el caso
¿Cuál fue el objetivo de la entrevista y los puntos tratados?
Nos reunimos con el arzobispo Scicluna para entregarle los antecedentes de la Congregación Salesiana, específicamente de Rimsky Rojas. Tuvimos buena recepción de él, se mostró bastante sorprendido por el contenido de la carpeta investigativa que le hicimos llegar, referente a los abusos ocurridos en Valdivia. Por otra parte, coincidió en cuanto a la cultura que existía en la iglesia, de trasladar a sacerdotes de colegio en colegio.
¿Establecieron algun lineamiento, respecto a las acciones futuras que tomarán como víctimas?
Quedamos en que vamos a presentar una solicitud para que se inicie una investigación al interior de la Congregación Salesiana. Él nos instó a que presentemos los antecedentes a través de los conductos que corresponden nuevamente, a la Congregación Salesiana y a las autoridades del Vaticano en Chile.
¿Cuáles son las expectativas que tienen en el caso, tras la reunión y presentación de antecedentes?
Que se llegue a la verdad, que se sepa quiénes fueron las víctimas, los victimarios, cuáles fueron los abusos y que se forme una comisión nacional de abusos del clero con las congregaciones que están implicadas, para mirar el futuro con fe y esperanza. Para llegar a eso, obviamente hay que resarcir y devolverle a las víctimas la dignidad, frente a lo cual hay que ver qué dice la Iglesia, si está dispuesta a acompañar a las víctimas y sus familias y a resarcir los daños irreparables que en algunos casos han sufrido.
Considerando que usted decidió denunciar luego de 25 años, ¿Cuál es su mensaje para aquellos que aún no deciden hacerlo?
Es sanador conversarlo y develarlo, más allá del temor, porque uno a veces bloquea estos temas y cuesta enfrentarlo, pero es sanador para el alma y el espíritu que se sepa la verdad. El tema ya no es como fue en los años 80, cuando ni las autoridades, ni los medios de comunicación prestaban atención y, por el contrario te apuntaban como culpable y responsable de haber causado esas conductas en los sacerdotes. Actualmente hay más conciencia en los jueces, los fiscales, los medios de comunicación y el llamado es, por ejemplo a acercarse a nuestra Fundación Empodera XIV, con la confidencialidad que esto requiere, porque el Vaticano a través de la reunión con el padre Scicluna se abre a la verdad, para resarcir y devolver la dignidad a las víctimas a través de un acuerdo con la Congregación Salesiana.
¿Qué significa para usted, como representante de víctimas, haber llegado a esta instancia, tras reunirse con el enviado papal?
Por supuesto que yo habría preferido no estar en esta situación, pero me siento como representante de otros chicos que no tienen voz. Yo me pongo en el lugar de ellos, porque cuando a mi me sucedió esto, no tuve a nadie que me tendiera una mano, ni siquiera en mi núcleo familiar más cercano. Se puede mirar y llevar una vida integral en la sociedad como corresponde, en el trabajo, en las relaciones de pareja y todo aquello, con la verdad por delante y considerando que las máximas autoridades del Vaticano se movilizaron con estos temas, puede servir para estar muy atentos a cuando ocurran estos temas en la Iglesia, para que enciendan las alarmas y si se producen, se pongan los atajos.