En Sumeria, hoy Irak, hace 6 mil 500 años surgió la civilización más antigua de la que tenemos conocimiento. Entre los ríos Tigris y Éufrates emergió una civilización pacífica de comerciantes. La protectora de la importante ciudad de Uruk era la diosa Inanna (-Ishtar), reina de los cielos; diosa de la guerra, fertilidad, belleza, justicia, el sexo, del amor y poder político. En este contexto, surge la escritura cuneiforme, usada inicialmente para registros comerciales. Fue Enheduanna (2300-2225 a.C) la suma sacerdotisa de Uruk, quién transformó esta escritura en literatura y dio origen al primer libro conocido por la humanidad, libro que fue escrito por una mujer y dedicado a una diosa: "Yo, En-hedu-Anna oraré para ti, para ti sagrada Inanna", recita en La Exaltación de Inanna. Esto ilustra la posición de las mujeres en los primordios de la civilización. Enheduanna, era suma sacerdotisa, princesa de Uruk y máxima conocedora de los astros y las ciencias, era una mujer muy poderosa. Hecho que no nos debe sorprender, las mujeres en la civilización sumeria tenían derechos económicos y políticos mucho más avanzados que en la Atenas de Aristóteles; de la que heredamos el mito de la inferioridad del cerebro femenino, argumento científicamente refutado.
Existen innumerables mujeres que han contribuido al desarrollo del conocimiento; Téano, Hipatia, Émilie du-Chatelet, Emmy Noether, Marie Curie, Vera Rubi, Ada Lovelace, Lisa Meitner, Rosalind Franklin, Joselyn Bell, Grace Murray Hopper, Cecilia Payne, entre muchas. Ellas fueron excepcionales; mujeres que desafiaron los estándares femeninos de sus épocas y cambiaron al Mundo. Sin embargo, existe la ausencia o irrelevancia de contribuciones femeninas en muchos períodos de la historia. No conocemos grandes filósofas griegas, pero tampoco conocemos grandes filósofos espartanos. "Es lógico, puesto que los espartanos no se dedicaban a pensar, sino a criar máquinas de guerra. De las atenienses, cuyas únicas ocupaciones eran hilar y tejer, no se podía esperar más que tapices" (A. Muñoz. Sabias. Debate 2017). En los momentos en que las mujeres han tenido acceso, equiparable al de los hombres, a la educación y al cultivo de la ciencia y de las artes, éstas han contribuido al desarrollo del conocimiento y la civilización. No sabremos de qué es capaz una mujer si no tiene la posibilidad de decidir su destino; así como lo hizo Enheduanna, la primera escritora.
Dra. Almeira Sampson Sandia Dir. Programa Advance Fac. Ingeniería y Tecnología USS