Visibilizar el trabajo infantil
Ya no se observa la presencia de niños, niñas o adolescentes colocando mercaderías en bolsas a un costado de las cajas de supermercados. Felizmente. Ya no es común observar menores de edad descargando sacos de papas en las ferias que se instalan en barrios de la ciudad. En hora buena.
Casi no vemos a niñas o niños entrando a restoranes o cafés en horarios nocturnos para ofrecer la venta de una flor o productos como pastillas o parches curitas. Dichosamente.
Es difícil encontrar a menores de edad en el comercio ambulante, o en actividades agrícolas o en la recolección de frutas, donde está absolutamente prohibido y fiscalizado.
Todo lo anterior, nos habla positivamente de un avance en la oposición al Trabajo Infantil, lo que no asegura que esté totalmente erradicado en nuestra realidad nacional.
En Chile, buen número de niñas, niños y adolescentes pierden su derecho a ser felices asumiendo prematuramente la responsabilidad del cuidado de hermanos menores, el aseo de la casa y otras tareas del hogar, como una función permanente y obligatoria, que produce la deserción escolar de jóvenes adolescentes con las consecuencias fáciles de imaginar.
En este ambiente, existe una clara manifestación de Trabajo Infantil, foco importante por su envergadura, realidad poco visible, porque sucede al interior de los hogares. Quienes mejor pueden detectarla, son los profesores que pueden percibir rápido la ausencia a clases de sus alumn@s o el cansancio de sus discípulos, al llegar a cumplir la jornada escolar luego de haber enfrentado una de trabajo.
De ahí que nuestro Comité Regional contra el Trabajo Infantil, viene intensificando la labor de difusión en comunidades escolares, privilegiando aquellas de comunas, para llegar a maestros, padres y apoderados, sin dejar de lado a los propios afectados.
Este 12 de junio, "Día Mundial Contra el Trabajo Infantil", el ministerio del Trabajo pondrá de relieve la fecha instituida por la OIT el año 2002, a través de numerosas actividades con las que se espera visibilizar el fenómeno
Desde esta columna, convocamos a todas y todos los que tengan un grado de decisión en esta materia para sumar fuerza y hacer de Chile en un plazo cercano, un país sin Trabajo Infantil.
Feda Simic Seremi de Trabajo Los Ríos
Aires de cambio
No es casual que la mayor preocupación ambiental para los chilenos sea la contaminación del aire. La percepción es confirmada por informes internacionales, que ubican a nueve comunas entre las diez ciudades sudamericanas más contaminadas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en Chile mueren seis mil personas al año por contaminación ambiental, mientras que a nivel mundial el 92% de los habitantes no respira aire limpio, pereciendo por esta causa más de siete millones de personas en el mundo entero.
Por esta razón, este año el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio desde 1972, estuvo dedicado a la lucha contra la contaminación del aire.
En el caso de Chile, la principal fuente de contaminación del aire en las ciudades del centro sur del país es la calefacción de las viviendas por leña, particularmente por el uso de leña húmeda, a lo que se suman las emisiones del sector transporte y las actividades industriales.
Si bien se han desplegado esfuerzos y distintos instrumentos del Estado para hacer frente al problema, el avance ha sido lento e insuficiente. Chile aún no cumple con los estándares establecidos en las normas de calidad primaria y secundaria. La calidad del aire continúa siendo un serio problema en el Gran Santiago, pero en Osorno, Coyhaique y Valdivia.
Es por eso que la próxima COP 25 representa una gran oportunidad no sólo para visibilizar los problemas ambientales que nos aquejan, sino también para lograr mayor conciencia ciudadana en torno a los cambios que cada uno de nosotros debe hacer para mejorar el aire que respiramos.
Giovanni Calderón Bassi Sustentabilidad y Cambio Climático
Niños quemados
Hoy 8 de junio es el último día de la Colecta Nacional 2019 de Coaniquem, una instancia que nos vuelve a recordar una realidad que no muchos conocen: en nuestro país aproximadamente 80 mil los niños se queman anualmente y de ellos, más de la mitad requiere atención médica que va desde curaciones, hasta cirugías y una prolongada rehabilitación posterior.
Los principales riesgos que hemos identificado en estos 40 años de historia son el volcamiento de líquidos calientes, tales como tazas de té, ollas y hervidores, y los objetos como estufas, planchas de ropa y pelo, puerta del horno y tubos de escape de motos.
La mayoría de las quemaduras afecta a menores de 4 años por lo que la rehabilitación de las cicatrices que se producen pueden durar mucho tiempo, hasta que finaliza el crecimiento. El costo de los tratamientos puede ser, entonces, muy alto. Es ahí donde radica la importancia de los voluntarios que estarán en todo Chile con sus alcancías, porque más que una colecta, es una causa que visibiliza a los miles de niños y jóvenes que necesitan una atención.
Dr. Rolando Saavedra Opazo Dir. Gestión Médica Coaniquem