Humanización en atención de salud
Jefa carrera de Tens y Tepar, CFT Santo Tomás
En la vida humana el dolor constituye una vivencia común que puede presentarse con caracteres físicos, morales o sociales. La enfermedad siempre va aparejada al sufrimiento, experiencia que toca profundamente al individuo, tanto personalmente como en relación a su entorno familiar y social.
El dolor encarnado en la persona enferma o adulto mayor constituye una realidad a la que el alumno del área de salud asiste desde su primera aproximación a un paciente. Este contacto es, al menos inicialmente, asimétrico, ya que de parte del paciente hay una situación de desmedro y minusvalía que reclama una actitud de profundo respeto para con él. En el trasfondo de este acercamiento, la caridad debe sostener y animar el actuar de enfermería.
Según Florence Nightingale, la "Enfermería es más que la administración de medicamentos y la aplicación de cataplasmas, su arte se manifiesta cuando es capaz de identificar los verdaderos síntomas de la enfermedad y los sufrimientos del paciente, que habitualmente se encuentran inseparables". La atención humanizada nace cuando se establece una relación de ayuda íntima, intencional y sincera entre el personal de salud y el paciente.
Por lo tanto, nuestra misión como enfermería es brindar a las personas y adultos mayores que acceden a la atención de salud cuidados de enfermería humanizados y eficientes, con una preocupación fundamental en la identificación de las necesidades insatisfechas para luego nosotros como equipo, diseñar estrategias efectivas para satisfacerlas.
Romina
Garrido