"Bienvenidos los que quieren expresarse a rostro descubierto, a la chilena, pero no queremos a quienes lo hacen encapuchados"
— Presidente Sebastián Piñera"He recibido amenazas de muerte por el partido entre Palestino y Colo Colo"
Santiago Rebolledo — Alcalde de La Cisterna
El sistema de educación superior chileno ha vivido una serie de cambios en las últimas tres décadas, entre los que encontramos el aumento en el acceso, bajas tasas de retención y dificultades en el egreso oportuno.
En dicho contexto las distintas instituciones de educación superior trabajan intensamente en fortalecer, potenciar y desarrollar áreas académicas, que apuntan a un proceso continuo de apoyo a las competencias de los alumnos; aquellos que presentan dificultades para obtener logros académicos, como para aquellos que buscan desarrollar sus habilidades.
En Santo Tomás esta labor se realiza desde el Centro de Aprendizaje, que brinda apoyo académico y complementario a estudiantes, mejorando su desempeño en educación superior, a través de distintas intervenciones como tutorías, ayudas complementarias, y talleres que buscan entregar apoyo en asignaturas que cuentan con alta reprobación y que son identificadas como críticas.
Este apoyo se efectúa mediante horas de libre disposición que responden a las necesidades de los alumnos, cuya modalidad tutorial puede ser individual o grupal, y pueden ser solicitadas por el estudiante o por las distintas unidades académicas.
De esta forma, el acompañamiento a los estudiantes comienza con el diagnóstico y nivelación, que se les realiza cuando ingresan a la institución, manteniéndose durante toda su vida académica hasta la titulación. Destacar que durante 2018, este Centro realizó cerca de 53 mil atenciones a nivel nacional.
Los datos anteriores nos muestran la importancia que tiene para los estudiantes este espacio, y como se ha convertido en un aporte significativo para obtener mejores rendimientos académicos, y para favorecer además el desarrollo de las competencias y habilidades generales y específicas en todos los niveles educativos y disciplinares.
Paralelamente en el Centro de Aprendizaje se trabaja con docentes, los cuales participan de diplomados y cursos que les permiten adquirir nuevas herramientas con el objetivo de mejorar sus prácticas pedagógicas, e incentivar su función docente, para contribuir con las necesidades del proyecto educativo y el modelo pedagógico que busca brindar una experiencia positiva y transformadora al estudiante.
Laura Bertolotto Navarrete
Rectora Santo Tomás Valdivia
Un grupo de expertos nacionales y extranjeros determinó que la pluma de gases que emana del volcán Lonquimay no genera riesgo para la salud humana y animal. Definieron esto luego de monitorear la cantidad de flúor presente en la ceniza volcánica. El control en el área seguirá de manera similar durante los próximos meses.
Una estrategia para que no se pierdan las horas agendadas con especialistas comenzaron a desarrollar en el Hospital de Valdivia. Lo primero que harán será llamar a las personas para confirmar las citas y así evitar guardar cupos que no serán utilizados y que podrían servir a otros pacientes, según informó la enfermera Clara Becerra.
Quince mil familias de Los Ríos han egresado del Programa Puente de Fosis en Los Ríos desde el año 2002 a la fecha, según explicó la encargada de la iniciativa María Loreto Vega. Este plan consiste en apoyar a las familias más vulnerables para que accedan a beneficios estatales y salgan de su condición de manera autónoma.
La tala de árboles ocurrida en Pelchuquín hace algunas semanas y dada a conocer a través de redes sociales por los vecinos del sector, es preocupante por varias razones. La primera es el daño ambiental que genera la pérdida de 54 ejemplares en una época de cambio climático, en la cual los bosques juegan un papel fundamental de captura de CO2, sean nativos o plantaciones exóticas.
Ese punto ya debiera bastar para no autorizar cortes masivos y para supervisar de cerca los que deben ser menores. En este caso no hubo control y, según consta en la autorización extendida a la empresa agrícola que solicitó intervenir el camino a La Esperanza, solamente se había permitido sacar tres árboles y no la cantidad que finalmente se extrajo. No se llegó a los 140 que inicialmente se había informado, pero de todos modos el hecho dejó desolado el lugar, como muestran las fotografías del paisaje hechas públicas por la comunidad.
La legalidad de la acción es otro punto inquietante. Se extendió un permiso, pero aparentemente nadie controló.
Desde el Congreso (por intervención de los parlamentarios Ilabaca y De Urresti) se solicitó un informe a Vialidad y, luego de recabar antecedentes, las autoridades del Ministerio de Obras Públicas sancionaron a la empresa responsable de la tala con 50 UTM (casi 2 millones y medio de pesos), que es la multa mayor para estos casos. Sin embargo cabe preguntarse si pagar repara lo ocurrido, sabiendo que nadie puede devolver los servicios ambientales que esos árboles entregaban, además de la belleza que aportaban.
Es probable que el particular cancele el dinero y se olvide, pero el problema que causó seguirá ahí.
A la luz de estos hechos, es necesario revisar si resulta favorable que se siga extendiendo licencias para este tipo de acciones.
En un contexto de cambio climático y de tragedias como los incendios forestales o la catástrofe que se vive en la Amazonia, parece equivocado autorizar talas, porque ningún árbol sobra. Y se equivoca profundamente quien piense que un poco de bosque arrasado en una zona rural del sur de Chile no afecta el equilibrio global. Todo daño resta.