42 personas renegociaron sus deudas con apoyo de la superintendencia en 2019
EN LOS RÍOS. Desde 2014, unas 100 personas han optado por el método de renegociación para pagar sus deudas. Es gratuito, no requiere abogado y se realiza a través de la Superir.
La deuda de los chilenos está en alza según el último informe de Cuentas Nacionales por Sector Institucional del Banco Central. Ayer fueron revelados los datos correspondientes al tercer trimestre de 2019, los que mostraron que la suma total de las deudas que presentaron las familias, a nivel nacional, equivale al 75 por ciento de sus ingresos disponibles. Esta cifra es 0,7 puntos porcentuales mayor que lo registrado en el trimestre anterior y 2,9 puntos más con respecto al mismo período de 2018.
Sobreendeudarse y no poder cambiar ese estado es una de las situaciones que más preocupa a los chilenos. Por lo mismo, desde la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (Superir), buscan entregar información para que los ciudadanos sepan qué hacer para superar momentos económicos complejos.
"Las razones por las que una persona se ve enfrentada a no poder pagar sus deudas son muy amplias. Por ejemplo, quedarse sin trabajo, que alguien de su familia enferme o, incluso, falta de educación financiera que lo lleve a un desorden o a comprar cosas que no necesita. Son muchas las causas, pero una de las alternativas que da la Ley 20.720 es que la persona pueda renegociar sus deudas. Y esto se hace en un procedimiento administrativo y gratuito, en el que no se necesita abogado", explicó Horacio Fernández, coordinador de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento en Los Ríos.
Se trata del proceso de Renegociación. Durante 2019 fueron 42 las personas de Los Ríos que lo utilizaron. Se ha podido usar desde 2014 y desde ese año, unas 100 personas han recurrido a él en la región.
Esta herramienta permite que el deudor moroso se ordene a través de una modalidad de pago beneficioso para todas las partes. Fernández explicó que el objetivo "es permitir que la persona pueda sacarse el estrés gigante que genera no poder pagar las deudas y tener la presión de los acreedores. O, eventualmente, ser demandado o embargado. Son personas que quieren pagar sus deudas, pero no lo pueden hacer como están pactadas".
Durante el procedimiento, desde el primer momento y hasta el último, es la superintendencia la entidad que orienta al deudor, lo ayuda a hacer una propuesta de pago de acuerdo a sus ingresos -o la expectativa de los que pueda alcanzar- y lo apoya en la negociación.
Los requisitos
Para poder acceder a este procedimiento se debe tener dos o más deudas vencidas por más de 90 días corridos, que en conjunto sumen más de 80 Unidades de Fomento, o sea, 2 millones 265 mil 440 pesos según el valor de ayer.
Se debe ser calificado como contribuyente del impuesto único, es decir, ser trabajador dependiente y asalariado, o ser pensionado o montepiado. La persona no debe haber dado boletas de honorarios durante los últimos 24 meses, ni haber dado boletas o facturas como persona natural. Tampoco se debe haber sido notificado de una demanda de liquidación forzosa o de un juicio ejecutivo en contra. Puede acogerse una persona que no tiene trabajo.
Las audiencias
El procedimiento dura alrededor de dos meses, ya que se desarrolla en dos audiencias. En la audiencia inicial, la persona se reúne en una misma mesa no solo con los bancos, comercios o la institución financiera donde tiene atrasos en sus pagos, sino que también con los demás acreedores, aunque con ellos esté al día en las cuotas. En esta audiencia se determina cuánto es el volumen de toda la deuda que posee.
La segunda es la audiencia de renegociación, donde la persona presenta una propuesta de pago. Esta es discutida y votada por los acreedores. Si es aceptada, la persona comienza a pagar de acuerdo a lo acordado y pactado. Si no es aceptada, la persona pasa a una audiencia de ejecución donde se acuerda la venta de los bienes que tenga para pagar lo que se debe. Es un trámite administrativo que se hace sin un juicio de por medio.
Son renegociadas todas las deudas, tanto las que se encuentran al día como las que están atrasadas. Además, se renegocia con una tasa de interés del cero por ciento o un máximo de un 0,5 por ciento. "Es bastante más bajo que lo que se puede lograr cuando se renegocia individualmente con un acreedor", explicó.
Dentro del procedimiento no se requiere que todos los acreedores estén a favor de la propuesta, basta que lo hagan a lo menos dos que representen el 50 por ciento más 1 del total de lo que se debe.
Además, cuando se logra un acuerdo, el deudor sale de Dicom y del Boletín Comercial.
Generalmente, los acreedores otorgan tres meses de gracia a quienes utilizan el procedimiento. "Hay un período de cinco meses en el que la persona estará protegida, no será demandada, tendrá la oportunidad de encontrar un trabajo si es que no lo tiene y podrá ir pagando sus deudas en el tiempo", dijo Fernández.
Los resultados
A nivel nacional, el 92 por ciento de los deudores que han renegociado han logrado acuerdos con sus acreedores. "La gran diferencia con lo que existía antes es que la persona debía ir a negociar con cada uno de sus acreedores por separado. Las condiciones eran asimétricas porque el deudor estaba obligado a llegar a un acuerdo con las condiciones que el acreedor le daba, en general difíciles y poco sostenibles en el tiempo. Ahora los sientas a todos en una mesa. El resultado siempre es más favorable que lo que se puede lograr solo", expresó Fernández.
Ahora, el desafío de la superintendencia es que este procedimiento sea más conocido. El coordinador indicó ha realizado más de 100 charlas al respecto y que existe un convenio con la Gobernación del Ranco, donde atiende una vez al mes. "La idea es que sea conocida porque es una alternativa para que la persona pueda ordenarse", contó.