A diez años del terremoto de 2010
El megasismo el 27F es el segundo más intenso registrado en la historia de Chile, luego del ocurrido en mayo de 1960. Para entender la naturaleza sísmica chilena sirve revisar los datos históricos, que hablan de 16 megaterremotos con tsunami registrados desde el siglo XVI a la fecha.
Hace exactamente diez años Chile vivió el segundo terremoto más devastador de su historia, un sismo 8,8 Richter de 2 minutos 45 segundos de duración, que en Valdivia marcó grado 6 y estremeció a la comunidad, marcada también por el recuerdo del megasismo de mayo de 1960.
Entre ambos eventos pasaron 50 años y los dos obligaron a un antes y un después en la relación del país con la seguridad y la prevención de riesgos.Tras el del '60 se estructuró la primera unidad independiente encargada de desastres, la que luego se trasformó en la Oficina Nacional de Emergencias, surgida en 1974. Después de 2010 se reforzó el trabajo de reacción especialmente ante tsunamis, se mejoraron los sistemas de comunicación y se empoderó a los gobiernos locales.
En la última década también se intensificó un trabajo de ordenamiento y planificación, asumiendo que los daños se pueden minimizar si se habita el territorio entendiendo que el nuestro es un país sísmico, que los terremotos son normales y volverán a ocurrir, pero que el daño que ellos causen depende de las decisiones previas que la comunidad tome. Por ejemplo, no construir en áreas inundables o cerca de la costa (algo que en áreas como Niebla, aún no se cumple a cabalidad).
Para entender esa naturaleza sísmica chilena sirve revisar antecedentes históricos que existen desde la llegada de los españoles y que hablan de la ocurrencia de 16 megaterremotos con tsunamis. Entre ellos, dos en Valdivia: el de 1575 y el de 1960. Saber esto permitió activarse para el Riñihuazo y evitar una inundación que destruyera la capital regional.
También ayuda para comprender las normas de construcción que actualmente existen y que comenzaron a dictarse después del terremoto de Talca de 1928 y que se plasmaron en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones de 1931.
Pero, por sobre todo, sirven para aprender y desarrollar una "cultura sísmica" colectiva que ayude a actuar de manera proactiva tanto a nivel individual como colectivo.
A propósito de lo mismo cabe la pregunta de cuándo se realizarán simulacros de emergencia este año, pues la mejor forma de conmemorar un hecho como el 27F es estar mejor preparados para el próximo.