Decide la autoridad
Para detener la expansión de una epidemia se justifica restringir las libertades individuales en función del interés colectivo. Estas deben ser entregadas solo por la autoridad sanitaria y política. Los demás actores de la sociedad civil, gremial, académica o política deben entregar sus sugerencias a la autoridad y no dar cátedra a través de los medios de lo qué hay que hacer.
Dr. Patricio Silva Rojas Decano Fac. Cs. de Salud. U.Central
Covid-19 y solidaridad
La actual crisis sanitaria relacionada al COVID-19 nos interpela a reflexionar y cuestionarnos asuntos centrales para los seres humanos: ¿Qué sociedad hemos construido? ¿Cuáles son nuestras prioridades? ¿Qué valoramos? Frente a tales preguntas, surge una realidad brutal: priorizamos lo individual frente a lo social y colectivo. Y en el escenario actual, esto se convierte en una amenaza para la salud y la vida de muchas personas.
Estas reflexiones, como equipo que trabajamos en pro del bienestar psicosocial, nos llevan a plantear a nuestra comunidad, otras interrogantes: ¿De qué sirve estar saludable si otros y otras enferman (y mueren)? ¿Vale la pena tener todo nuestro ambiente desinfectado si a través de esta acción hemos dejado a alguien sin los insumos para vivir en un ambiente libre de virus? ¿Entendemos que la razón del aislamiento social es cuidarnos especialmente a las personas más vulnerables?
La crisis entre libertad individual y compromiso social se hace evidente frente a esta emergencia sanitaria. No estamos sólo ante una crisis médica, también frente a una crisis social e informativa. Por un lado, personas que pudiendo quedarse en casa no lo hacen, poniendo en riesgo a lxs demás. Por otro, personas que si no salen, no obtienen ingresos. El llamado es a cuidarnos entre todxs y a tomar conciencia colectiva de que si no colaboramos, será difícil controlar la propagación masiva del virus y todo lo que ya sabemos que esto implica (colapso del sistema sanitario y, por tanto, muertes).
Estos son momentos donde, más que nunca, necesitamos cooperar, ser solidarixs y empáticxs. No hay tiempo para dudar al respecto, están en juego ni más ni menos que la vida y la muerte. Nuestra invitación es a reconstruirnos como sociedad: a repensar qué es realmente lo esencial, a priorizar vínculos por sobre materialismo, a valorar lo colectivo y la comunidad, a amar y cuidar de la naturaleza, y a cuidar y cuidarnos entre todxs, solidariamente.
Alejandra Zolezzi Directora Clínica Psicológica Académica FAME UAChrr
Liderazgo y crisis
En un escenario como el que actualmente vive Chile ¿qué podemos esperar de las instituciones públicas?
Primero, que su acción la orienten en función del origen de su existencia y razón de ser, es decir, administrar el bien común, garantizar la vida en comunidad con información clara, precisa y fidedigna. Para ello se requiere el ejercicio de un liderazgo claro, informado, proactivo y eficiente. No parece recomendable que en situaciones de crisis, la información más fidedigna la otorguen organismos no gubernamentales, gremios o "privados". No porque no puedan hacerlo, sino porque esas instituciones deberían estar en estrecha articulación y gobernanza con las instituciones públicas, para ofrecer integridad, cohesión, unidad y por sobre todo "certezas" informativas a la población.
Segundo, parece recomendable promover relaciones sociales y laborales acordes a la gravedad de la situación, transmitiendo credibilidad y legitimidad. Debemos proveer credibilidad y no dar la sensación que las instituciones públicas van a la retaguardia de los desafíos y no a la vanguardia de ellos.
Tercero, propender desde lo público a la adaptabilidad de las relaciones laborales y sociales dado el nuevo contexto que nos encontramos viviendo. La adopción de muchas instituciones con el teletrabajo parece ser una buena alternativa para las instituciones públicas (y algunas privadas), pero aquello lleva implícito la construcción de una nueva relación con los ciudadanos, especialmente con aquellos grupos vulnerables que requieren prestaciones de servicios públicos sensibles, lo cual requiere una rápida reacción y modificación para no caer en el abandono de la vulnerabilidad social porque simplemente ahora se debe "teletrabajar".
Hacer teletrabajo no significa que el ciudadano necesitado, que probablemente no cuenta con internet, y no tiene posibilidad de hacer este tipo de actividad, deberá acudir a la red social para encontrar la ayuda requerida. La palabra clave en esto es pertinencia, adaptabilidad y oportunidad de las medidas en las instituciones públicas.
Finalmente, ¿qué rol cumplimos nosotros los ciudadanos? Es imprescindible practicar la responsabilidad individual que cada uno de nosotros debe tener en relación a las instituciones públicas. Esto implica que debemos colaborar cumpliendo las instrucciones, colaborar con el otro, recuperar la noción de vivir en comunidad, hacer cuarentena, no son vacaciones. Ayudar para ayudarnos, con ello podemos ir saliendo lentamente de esta profunda crisis mundial que golpea al país.
Dr. Egon Montecinos Director CER UACh