Claudia Muñoz David
En 2019 Los Molinos egresó del programa Barrios Comerciales de Sercotec. Después de cuatro años, los comerciantes que desempeñan sus labores en torno a la costanera y a la caleta de esa localidad valdiviana lograron formar una agrupación y definir su vocación, entregar servicios turísticos y pesqueros. Pudieron fortalecer sus restaurantes, hospedajes, minimarket y pescaderías y mejorar sus infraestructura, sin embargo hoy sus dirigentes están preocupados. "Los Molinos depende de sus visitantes, pero por el covid-19 ya no llega nadie. Los comercios actuaron con responsabilidad y los que no eran esenciales, cerraron. No queremos abrir hasta que sea seguro, pero ahora se nos viene una situación crítica", explicó Laura Gómez, presidenta del Comité de Desarrollo Barrio Comercial Los Molinos.
Sector gastronómico
Uno de los rubros que más ha golpeado se ha visto es el de los restaurantes, en especial porque al no estar ubicados cerca de un gran centro urbano no han podido implementar servicios de reparto a domicilio. Estos locales, que en promedio emplean a entre ocho y diez personas, han permanecido cerrados desde mediados de marzo.
Fidelina Sánchez es propietaria del Restaurante El Coral, que abrió sus puertas durante la década de los '90. "He vivido mucho como comerciante. Recuerdo cuando no había camino, cuando lo hicieron y cuando arreglaron la costanera. Hartas veces hemos tenido problemas, pero nunca antes habíamos vivido algo como lo que está pasando ahora", dijo.
Ella cerró su restaurante el 20 de marzo y desde esa fecha no ha recibido ingresos. En ese momento tenía cuatro trabajadores, sus dos hijas como garzonas; una persona encargada del aseo, a quien tuvo que finiquitar y a su maestra de cocina, a quien mantiene. "No puedo perderla porque su labor es fundamental, le estoy pagando con unos ahorros que tenía", contó. Para que su negocio sobreviva, Fidelina Sánchez, solicitó un financiamiento para el capital de trabajo en BancoEstado, sin embargo expresó que "ya va cerca de un mes y todavía no tengo ninguna respuesta. Uno tiene cheques que hay que pagar y esos compromisos ya me tienen bastante preocupada". Y agregó: "Esta es una caleta chica, no podemos hacer delivery ¿A quién le vendemos? Estamos cruzados de brazos".
Leonel Oliva es el dueño del Restaurante La Bahía. En Los Molinos veinte personas trabajan con él, el 90 por ciento residentes de esa localidad. Explicó que cerró el 17 de marzo y que desde ese día no ha vuelto a abrir. "Los sueldos se pagaron hasta el 31 de marzo y los trabajadores se acogieron a la ley de protección al empleo, sin embargo para ellos es complicado no recibir propinas, por ejemplo", explicó. Y relató que "si más adelante esto sigue complicado vamos a tener que buscar alternativas, pero todavía no vemos bien qué podríamos hacer. Pensar en servicios de delivery es muy complicado y queremos seguir cumpliendo con el cuidado de la salud de las personas, que es fundamental. Sin embargo, es preocupante lo que puede pasar en Los Molinos si esto se extiende porque la gente de esta localidad trabaja en los restaurantes o los locales comerciales".
La presidenta del Comité de Desarrollo Barrio Comercial Los Molinos, Laura Gómez, indicó que "esta temporada se nos viene a cero en términos de la actividad comercial, salvo los minimercados y los mercados de mariscos. Hoy son esos los dos rubros que están manteniendo activo el comercio local".
Distribución eficiente
Con respecto a las medidas económicas que han sido anunciadas por las autoridades de la región de Los Ríos, la dirigenta Laura Gómez expresó que "las medidas económicas que vengan tienen que ser directas e inmediatas. Nosotros valoramos la respuesta que ha tenido el Gobierno Regional en disponer la cantidad de millones que ha comprometido, pero esperamos que sean distribuidos de manera eficiente, que lleguen a una mayor cantidad de gente". Por ejemplo, expresó que la entrega de recursos debe tener una "visión de territorio". "Si Barrio Comercial Los Molinos, así como otros barrios comerciales, tienen situaciones que han sido diagnosticadas sobre cómo funciona su comercio, deberían recibir instrumentos de apoyo, o al menos parte de ellos, de forma dirigida. De otra manera, puede que lleguen a una minoría que no permita reactivar efectivamente el comercio. Tenemos la fe de que los recursos que serán liberados en agosto impulsen nuestra economía, pero tenemos incertidumbre de que esto pueda llegar de manera efectiva", argumentó.
Problemas en los pequeños mercados
A pesar de que los minimarket continúan abiertos, la situación para ellos no es la óptima. María Álvarez es dueña del minimercado Miami Vice, ubicado en plena costanera, y explica que sus ventas han bajado en un 60 por ciento. "Mis clientes eran principalmente los turistas que salían de los restaurantes, paseaban por la costanera y después entraban para comprar un helado o una bebida. Eso ya no ocurre", explicó.