Amaranta continúa su preparación con dos grupos de gimnastas
NIÑAS. Exponentes de los niveles de escuela y selección trabajan bajo las órdenes generales de la entrenadora Camila Díaz.
Eran una docena de niñas, padres entusiastas y una entrenadora ansiosa de formar gimnastas rítmicas. El 1 de junio de 2016, Camila Díaz comenzó un trabajo formativo que desde septiembre de ese año se plasmó oficialmente en la formación del club Amaranta. Hoy, adaptadas al entrenamiento remoto que obliga la pandemia, 28 niñas continuan rigurosamente sus prácticas divididas en escuela y selección.
Camila Díaz explica que tienen clases online durante tres veces a la semana con el grupo de selección y dos veces con la "escuelita", a través de la plataforma Zoom.
Respecto al trabajo que realizan en sus hogares, la instructora señala que en el nivel de escuela, las pequeñas entrenan los martes y jueves durante una hora en nociones básicas de gimnasia rítmica, habilidades motrices y un poco de baile. En la categoría de selección hay 19 niñas divididas que entrenan los lunes, miércoles y viernes durante tres horas. Con ellas, los trabajos apuntan a la "flexibilidad, ejecución, preparación física, la parte artística por medio de ballet, danza y le vamos dando ciertas tareas para que sea un poco más dinámico y entretenido esto de las clases por internet, una forma de acercarnos y que se mantengan motivadas con el deporte", explica.
Con dificultades
El trabajo desarrollado en las nuevas condiciones no ha sido fácil. No todas las familias disponen de la conectividad necesaria y adecuada para cumplir con las pautas asignadas por el cuerpo técnico que complementan la profesora de ballet Paulina Rivas y la entrenadora Catalina Arancibia. "En casa no siempre están los dispositivos necesarios, más cuando los papás también tienen trabajo online. Muchas veces internet se cae y el espacio con el que cuentan no siempre es el más adecuado. En general todas van al living y corren sillón y cualquier mueble que tengan cerca, para tener un espacio que les permita trabajar", indica Camila Díaz, pero reconoce que "si bien hemos tratado de adaptar nuestros entrenamientos al espacio con el que cuentan, muchas veces nos vemos un poco obstaculizadas tanto nosotras en la planificación, como ellas en la práctica".
A pesar de todos los problemas, "las niñas siguen entrenando con ganas de mejorar y en preparación para futuros eventos", recalca.
Balance
A cuatro años del comienzo de su iniciativa, la entrenadora afirma que "las gimnastas van rotando. Del grupo con el cual comencé, hoy se mantienen tres y el resto ha ido llegando o se fueron durante el camino".
La experiencia -asegura- ha sido "enriquecedora, maravillosa. En mi formación como profesional me sirvió muchísimo, para ir aprendiendo en lo teórico y práctico. En algo más personal, ha sido muy lindo ver cómo año a año van superándose y creciendo como gimnastas y en edad. En 2016 participamos en campeonatos de clubes, con muchos miedos y temores, tanto de ellas por pisar un tapete (para entonces no teníamos) y para mí como entrenadora. Pero, hemos avanzado firme. El año pasado logramos reconocimientos en el circuito con una campeona nacional (Ignacia Calfuquir), el segundo lugar del conjunto preinfantil; segundo y tercer lugar del conjunto open senior, mientras que en el nacional de la federación tuvimos un segundo lugar con el conjunto preinfantil".