Fahrenheit 451
La pandemia del coronavirus ha hecho volver la mirada sobre varias distopías literarias, muchas de ellas ya verdaderos clásicos dentro de cualquier biblioteca. Un mundo feliz, de Aldous Huxley; 1984, de George Orwell, y Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, se vienen inmediatamente a la cabeza en el actual escenario mundial.
Una vigilancia estatal más estricta, el uso de la tecnología como mecanismo de control, una "normalidad" alterada, además de un distanciamiento social, son algunos ingredientes que la actual realidad -con un origen distinto, claro- comparte con estos relatos de ficción.
En este contexto llega una reedición en español de Fahrenheit 451 (Minotauro, 2020), una novela poética y perturbadora, en donde Bradbury pone en escena sus peores temores respecto al futuro, los que encendieron la paranoia de los lectores en 1953, el año en que vio la luz.
El protagonista es Guy Montag, bombero de una ciudad sin especificar en un tiempo en que los bomberos ya no tienen por misión apagar incendios, sino que quemar libros, y en donde el Estado ha prohibido el aprendizaje.
La vida de Montag parece transcurrir sin contratiempos, hasta que se cruza con Clarisse McClellan, una adolescente que con su espíritu libre lo empuja a cuestionar sus certezas sobre el mundo. Luego, la muerte en el fuego de una mujer que se resistió a renunciar a sus libros, que son ilegales, terminará por dar un vuelco completo a su forma de ver las cosas.
"Tiene que haber algo en los libros, cosas que no podemos imaginar, para que una mujer se deje quemar viva. Tiene que haber algo. Uno no muere por nada", reflexiona Montag frente a su esposa Mildred, a quien no ama y que es presentada como una figura superficial y conformista respecto al orden social imperante.
Montag ha escondido un libro y comenzado a leer. En este nuevo camino encontrará un guía en Faber, un profesor de Literatura, que a pesar de su carácter dominante, lo empuja a pensar en forma independiente. Por primera vez Montag toma las riendas de su vida, le cobra cuentas al jefe de bomberos, Beatty, y se reúne con una fuerza clandestina de lectores, una resistencia que memoriza libros para que no se pierdan y que espera el momento adecuado para actuar.
Daniel
Carrillo