Ficha
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Nombre: Zaira Jeannette Ñanco Santos.
Fecha de nacimiento:
14 de enero 1986.
Ciudad natal: Valdivia.
Estado civil: Casada.
Familia: Tres hijos. Profesión: Ingeniera Comercial.
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Nombre: Zaira Jeannette Ñanco Santos.
Fecha de nacimiento:
14 de enero 1986.
Ciudad natal: Valdivia.
Estado civil: Casada.
Familia: Tres hijos. Profesión: Ingeniera Comercial.
La Agrupación Pu We Fotün Mapu nació en mayo del año pasado con el objetivo de mostrar el trabajo de los jóvenes emprendedores de la costa valdiviana, específicamente de los sectores más alejados de la zona urbana, como Curiñanco y Bonifacio. En ese contexto y debido a la pandemia, la agrupación no pasa por un buen momento, ya que no han podido trabajar durante todo este tiempo y tampoco postular a fondos ni proyectos, de manera que buscan un mayor apoyo por parte de las autoridades para subsistir.
La presidenta de la institución, Zaira Ñanco, explicó que muchos de los integrantes tienen este emprendimiento como única fuente laboral. Destacan hierbas medicinales, cerveza artesanal y artesanías de madera, entre otros productos.
¿Cómo ha sido la pandemia para ustedes como grupo?
-Más allá de lo personal de cada uno, en que resguardarse es prioridad por nuestra salud, ha sido bien complicado en lo laboral, ya que no hemos podido trabajar y al estar alejados de la ciudad, también se nos complican las entregas a domicilio y los retiros en la costa. Entonces, estamos todos muy afligidos por el tema.
Dice que no han tenido ayuda de las autoridades. ¿Tampoco se han contactado con ustedes?
-Recién la semana pasada, desde Indap nos contactaron para publicar nuestros productos a través de una plataforma del servicio, los únicos desde marzo. Este tema es sensible, ya que nosotros esperábamos y esperamos más de la Municipalidad de Valdivia, ya que nuestro organismo nació a raíz de un trabajo con ellos, pero parece que solo fue el comienzo. Hoy ni siquiera las cajas de alimentos han venido a dejar a Curiñanco y otros sectores cercanos, como si no estuviéramos en el mapa o no viviera gente con grandes necesidades.
¿Se sienten excluidos?
-De todas maneras, ya que nosotros nacimos en Valdivia y nos criamos acá, incluso fuimos a los colegios de acá, de manera que tenemos un gran apego. En mi caso personal, salí de Curiñanco porque decidí estudiar y una vez que lo conseguí, volví porque entiendo que nuestro sector tiene mucho potencial en cuanto a emprendimiento. Por eso nos reunimos con los demás jóvenes, ya que no queremos abandonar este territorio y dejarlo a merced de grandes empresas inmobiliarias, que se han apoderado de grandes espacios. Nosotros queremos vivir y trabajar desde acá, pero hemos tenido muy poco apoyo en este periodo.
¿Cómo lo han hecho para sobrevivir durante este tiempo?
-Algunos con ahorros de ganancias reunidas en el verano en ferias costumbristas y ventas de manera particular, otros siguen insistiendo en sus redes sociales y otros pocos llevan un tiempo con Indap de forma individual, pero no es que les hayan dado incentivos. Es más, hace poco tuvimos a una colega mal en todo sentido y como grupos nos organizamos e hicimos una ayuda desinteresada. Aquí es donde se extraña la ayuda de las autoridades.