"Mi mensaje es de optimismo, de proactividad, alegría y felicidad"
TRABAJO SOCIAL. Es tesorera de la Agrupación Arte, Mujer, Conocimiento y Creación; y de la Escuela Hospitalaria.
Señala que prácticamente durante toda su vida, ha sido una admiradora y protagonista de la actividad y dirigencia social y comunitaria, como también portadora de una actitud y mensaje de optimismo ante la vida. Karin Marianela Rosales Engdahl indica que "si uno (a) se propone ser feliz, puede serlo. Nadie tiene una varita mágica y te dice que seas feliz. Por eso, mi mensaje es de optimismo, de proactividad, de alegría y de felicidad".
Luego de 15 años en los cuales se involucró como dirigenta de centros de padres y apoderados para acompañar la educación de sus dos hijos, hoy forma parte de dos organizaciones comunitarias, donde desarrolla su espíritu inquieto y solidario: es tesorera de la Agrupación Arte, Mujer, Conocimiento y Creación; y de la Escuela Hospitalaria del Hospital Base de Valdivia.
¿Qué trabajo desarrolla la agrupación Arte, Mujer..?
-Es una organización nueva, formada por un grupo de 16 mujeres amigas y donde nuestro objetivo es aprender a hacer cosas distintas, en una etapa de la vida en que los hijos ya no nos necesitan tanto. Hace poco postulamos y ganamos un proyecto a través de la Secretaría General de Gobierno en Los Ríos, que nos permite capacitarnos y comprar algunas máquinas. Nuestro primer taller es de reciclaje de jeans, donde podemos fabricar delantales de cocina, bolsas para supermercados y terminamos haciendo patchwork. Todo lo estamos realizando a través de zoom, en una primera parte aprendiendo bien la técnica y luego esperamos exponer y vender en una feria navideña, porque las mujeres siempre necesitamos algún ingreso extra.
Paralelamente, ¿cómo marcha el trabajo de la Escuela Hospitalaria?
-Está bastante bien. Tuvimos que entregar el sector donde la escuela funcionaba, a un costado del hospital, ya que lo necesitaron para hospitalización de los niños con cáncer. Así que arrendamos una casa que está funcionando muy bien y estamos postulando a un proyecto, que va muy bien encaminado.
¿Por qué se involucra con el trabajo y la dirigencia comunitaria?
-Pienso que en el fondo, es devolver un poco lo que la vida le ha entregado a cada uno de nosotros. Personalmente, soy una persona que ha recibido mucho y estas cosas ayudan. En la vida, siempre es más bonito dar que recibir y también trato de que ese pensamiento se refleje en mis hijos. Soy una mujer feliz y agradecida de la vida. Como todo el mundo, siempre hay altos y bajos. Por ejemplo, tengo vivos a mis padres de 93 y 84 años, que es algo que no se ve muy a menudo. Así que tengo mucho que agradecer y devolverle a la vida.
Según su experiencia, ¿recomienda a las personas mayores mantenerse en actividad?
-Absolutamente. Fue una de las cosas que hablamos cuando formamos nuestra agrupación. No podemos sentarnos todo el día a jugar carioca o esperar a que llegue 'la fea' a buscarnos. Los mayores podemos aportar mucho todavía a la sociedad y también tenemos mucho que aprender. Hace dos años hice un curso de Excel avanzado, siempre he trabajado y si se me presenta una nueva oportunidad, la voy a tomar. Entonces, mi mensaje es a no quedarse en la casa y si eso ocurre, igual hay muchas cosas por hacer. Con un computador o un teléfono celular, hay un mundo en el cual insertarse, hay actividades alternativas como la activación de la glándula pineal. Una (o) tiene que mantenerse en actividad y actualizada (o).
De sus palabras, se deduce que es una mujer realizada. ¿Es así? ¿Con qué parte de su vida se queda si tuviera que elegir?
-Sí. Me siento realizada y he asumido y disfrutado cada etapa de mi vida. En su momento fue la universidad, ser comerciante me encantó y hoy me encanta ser dirigenta comunitaria. Cada momento tiene su importancia y lo que somos hoy es la suma de todas esas experiencias, que nos han hecho crecer como personas.
En este contexto, ¿cómo se asume la pandemia?
-Para las mujeres, mi mensaje apunta a no quedarse esperando o lamentándose. Si bien la pandemia nos mantiene encerradas, una tiene que buscar cosas que hacer o en qué desenvolverse. Siempre creo que hay que ver el vaso medio lleno, porque ser pesimista es muy fácil .