Treinta años de existencia cumplió el Centro Cultural El Austral, institución que forma parte de la Sociedad Periodística Araucanía, a la que también pertenece Diario Austral.

En estas tres décadas, desde el recinto se ha buscado abrir espacios para la divulgación de las actividades artísticas y apoyar la formación de audiencias; además de efectuar un esfuerzo continuo por resguardar el espacio patrimonial que lo alberga.

El Centro está ubicado en la casona Martens-Hoffmann, construida a fines del siglo XIX y parte de la tradición arquitectónica de la calle General Lagos de Valdivia. El edificio fue restaurado por los arquitectos Sofía Sanfuentes y Juan Francisco Ossa, encabezados por el sacerdote y Premio Nacional de Historia Gabriel Guarda, quien además aportó y gestionó la llegada del mobiliario, decoración y objetos artísticos que en él se exhiben. Gracias a ello, hoy es posible dar miradas hacia el pasado local, desde los salones refaccionados.

Fotografías, pinturas, grabaciones musicales, obras escultóricas conforman las colecciones de la institución. Todo ese material ha sido compartido a través de exposiciones gratuitas, conciertos, conferencias, ceremonias, talleres formativos; además de archivos utilizados frecuentemente como referencia en investigaciones académicas.

La gestión institucional fue guiada desde el comienzo por destacadas personalidades locales, como Patricia Anwandter, Guillermo Franco, Mónica Kunstmann, Silvia Chacón, Luis Ibarboure y Fernando Basilio, quienes realizaron una importante labor voluntaria como integrantes del directorio; además de las administradoras y gestoras culturales Anita Acuña, Tanya Wagemann y Carolina Schwerter.

Actualmente el Centro forma parte de la Red de Museos de Los Ríos, coordinando gestión y sumando colaboraciones con otras instituciones locales; tal como lo ha hecho durante años con las Semanas Musicales de Frutillar.

Este año y debido a las restricciones impuestas por la pandemia, el recinto ha debido cerrar sus puertas. Sin embargo, esta fecha es propicia para resaltar su labor, relevar presencia en la escena creativa de la región y agradecer a quienes la han hecho posible.

En el contexto actual, de distanciamiento físico y social, es necesario combatir la inactividad física para disminuir los Factores de Riesgo Cardiovascular (FRC), dado que incluso antes de la Pandemia en Chile habían cifras alarmantes, como que la inactividad física llegaba al 86,7%, el sobrepeso al 39,8%, y la obesidad al 31,2%, según la Encuesta Nacional de Salud (2017). En tanto, a nivel mundial la inactividad física desde el año 2012 es considerada una pandemia.

Por ello, las metodologías innovadoras, para mejorar la salud y calidad de vida de las personas, han tomado aún mayor relevancia, las cuales son precisas potenciar y mantener en el tiempo, como lo es la telerehabilitación, que corresponde a la prestación de servicios de rehabilitación a través de las tecnologías de la información y la comunicación; es decir, mediante una intervención remota por profesionales de la salud.

Ahora, hay distintas alternativas de intervención, seguras y de bajo costo, para mejorar parámetros físicos, metabólicos, funcionales y de calidad de vida, siendo una de ellas el Entrenamiento Contra Resistencia con el Propio Peso (ECPP), que se define como cualquier ejercicio que implique el uso del cuerpo como un medio de resistencia para realizar un trabajo contra la gravedad.

Es así como, llevando a la práctica el concepto de tele rehabilitación y Entrenamiento Contra Resistencia con el Propio Peso (ECPP), estudiantes de último de Kinesiología de la U. San Sebastián han estado invitando de forma gratuita a los usuarios del Consultorio Externo de Valdivia para que se activen -por 12 semanas- a través de un Programa de Salud Cardiovascular de Vinculación con el Medio (VcM).

El objetivo -de esta alternativa no farmacológica como lo es el ejercicio físico personalizado- es mejorar la salud física, cognitiva, la calidad del sueño y de vida de las personas, y dar un espacio tanto a quienes nunca han hecho ejercicio como quienes lo hacen de forma regular, estableciendo distintos niveles de progresión. Las personas interesadas sólo deben contar con internet, y no tener contraindicaciones para desarrollar ejercicio físico.

Asimismo, los estudiantes se favorecen con el desarrollo de este tipo de actividades, en las áreas de la evaluación y tratamiento kinésico, orientando su quehacer desde una visión integral, reflexiva y fomentando responsabilidad social.

Carolina Núñez Vergara Docente de la carrera de Kinesiología de la U. San Sebastián sede Valdivia