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que enseñe a las personas cómo crear y administrar una cooperativa y otro sobre corsarios y piratas en la costa de la región de Los Ríos. El juego "1887, La nueva economía" se puede comprar a través del sitio web www.latripulacion.cl. Su primera producción fue de 40 unidades y esperan obtener fondos para fabricar entre mil y 2 mil 500.

Juguetes y terapias

Beatriz Pakzamir es la dueña de la tienda online Therapy Toys. Pakzamir es terapeuta ocupacional, pero además proviene de una familia que por tradición se ha dedicado al comercio y cuando comenzó a ejercer su profesión notó que en Valdivia no había mucha oferta de material para hacer sus terapias, así que decidió que ella lo traería.

"Comencé hace tres años vendiéndole a mis pacientes, pero después me amplié cada vez más y me dediqué a traer productos accesibles, actualmente vendo a personas de las poblaciones más vulnerables hasta los barrios más acomodados", dijo.

Tiene bloques de madera, juegos de memoria para trabajar conceptos, laberintos de arrastre con encaje, imanes de construcción, juegos visoperceptivos, minipuzzles y materiales de juego simbólico, como set de herramientas y cocinas infantiles. "Se trata de juguetes para recién nacidos hasta los 12 años. Todos están asociados al desarrollo de los niños, ya que nosotros buscamos que utilicen los juegos con un propósito. En general son juguetes de motricidad fina y juegos de mesa para potenciar elementos conductuales, como la tolerancia a la frustración y el respeto de turnos. Dentro de la pandemia también ha surgido la necesidad de traer más elementos para el exterior de las casas, para los jardines. Por ejemplo, casas de muñecas y carpas. Eso ha sido el boom de esta temporada", relató.

Ahora además se asoció con su vecina, Elizabeth Valenzuela, quien es diseñadora de vestuario y profesora de artes visuales. Con ella están elaborando columpios y comenzarán a crear su propio material sensorial y libros de estimulación, hechos en tela. También trabaja con la diseñadora gráfica Claudia Montes, quien elabora catálogos y la digitalización de los productos, para que los clientes vean las ofertas.

Beatriz Pakzamir siempre ha vendido sus productos en línea, lo que la puso en ventaja durante la pandemia. Hace repartos todos los días. "Para nosotros este tipo de ventas son provechosas, menos desgastantes. Este año hemos tenido mucha demanda, el Día del Niño fue excelente. Hicimos mucho reparto a domicilio, llevábamos las cosas en el auto y hasta el vidrio del portamaletas nos servía de vitrina", contó. Se pueden encontrar sus productos en Facebook, en Tienda Therapy Toys.

Clínica del Juguete

Los juguetes que se echan a perder o se rompen no tienen por qué terminar en la basura. Desde 2014 el técnico en ordeña mecánica Christian Febrero los repara en su Clínica del Juguete, un emprendimiento que nació por casualidad. "Desde chico fui curioso y me gustaba desarmar los juguetes para ver cómo funcionaban. Un día pasé a una juguetería, en Valdivia, y la dueña comentaba que le había llegado una máquina de coser de Estados Unidos, pero tenía el cable cortado. Yo me metí en la conversación y le ofrecí arreglarla. Me la llevé a la casa, soldé unos cables y la arreglé. Se puso contenta, me pasó dos juguetes más y después ya recibía sacos", dijo.

Desde ese momento hasta ahora ha arreglado unos 4 mil 500, labor que hace a la hora de almuerzo o los fines de semana. Él repara autos a control remoto, camioncitos, aviones e incluso rodados y su esposa, Karina Mayorga, se dedica a las muñecas y los peluches. "Si no los hubiésemos arreglado, todo estaría en la basura. A veces solo se necesita conectar cables sueltos, cambiar parlantes o unas pilas. De todo lo que he recibido solo un 5 por ciento no ha tenido solución", explicó Febrero.

Actualmente recibe juguetes desde otras regiones del país. "Lo que más me mandan a reparar son muñecos antiguos, peluches que poseen desde que eran niños y quieren restaurarlos porque se los regaló alguien significativo o alguien que ya no está. Una vez me enviaron un autito Mercedes Benz rojo, de lata, del año 40. Me lo envió un caballero del norte porque era del papá de su señora. Me envió una foto de cómo era el auto cuando estaba nuevo y se lo restauré completo. El marido hizo esto en secreto y se lo regaló a su señora en Navidad. Después me escribió para decirme que era el mejor regalo que podía haberle hecho, que ella estaba muy emocionada por el recuerdo de su papá. Los juguetes que se mandan a reparar generalmente tienen un gran valor sentimental, estas reparaciones involucran el corazón de la gente", destacó.

Su reparaciones incluso han sido reconocidas a nivel local. El seremi de Medio Ambiente, Daniel del Campo, expresó: "En esta Navidad cobra mucho sentido destacar y promover el trabajo que Christian ha desarrollado desde hace ya siete años. Disminuir nuestro consumo tiene un positivo impacto en el medio ambiente, y más aún reutilizar y dar nuevamente vida a juguetes antiguos o en desuso. Esta noble labor también cubre dimensiones sociales e incluso emocionales, por ello los queremos invitar a conocer y sumarse a esta buena práctica ambiental, que disminuye nuestros residuos, contribuye a promover un modelo de economía circular y recupera no sólo juguete sino también sus historias".

Para contactarse con Christian Febrero se puede buscar su página de Facebook La Clínica del Juguete.

" Los juguetes que se mandan a arreglar tienen un gran valor sentimental; estas reparaciones involucran el corazón".

Christian Febrero, Reparador de juguetes