Evaluaciones para considerar
La calidad de vida ha subido en Valdivia en los últimos diez años. Sin embargo, baja en empleos y ambiente de negocios. Así vistos, los datos aportados por el ICV permiten alegrarse; pero también marcan una pauta para dirigir políticas y decisiones de largo plazo...
U positivo resultado alcanzó Valdivia en el reciente Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU), dado a conocer por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y que mide cada año las condiciones de vida de 93 comunas del país, evaluándolas en seis dimensiones: vivienda y entorno; salud y medio ambiente; conectividad y movilidad; condiciones socioculturales; condiciones laborales y ambiente de negocios.
El documento presentó resultados de 2020 comparados con los de 2011. En ese contexto, y a la luz de todas las variables, la capital de Los Ríos pasó de estar hace diez años en un nivel "Medio- Bajo" (42,8), a uno "Medio- Alto" (51,18); destacando entre 26 "ciudades intermedias", que tienen menos de 250 mil habitantes, y en las que se concentra el 18% de la población nacional incluida en el estudio.
Esta es una buena noticia y ha sido relevada con justa razón por varias autoridades, pues evidencia beneficios para la población en general; sobre todo en Condiciones Socio-Culturales y Vivienda, que logran ubicarse -ambas- en nivel Alto. También sube el área de Salud y medio ambiente, pero llegando a medio alto.; mientras en Conectividad hay avances, aunque se mantiene el nivel "Medio Bajo".
Sin embargo, en el desglose de las calificaciones entregadas por la CCHC, hay otras dimensiones que deben observarse con cuidado. Por ejemplo, en Condiciones Laborales hay un retroceso de 55,2 (en 2011) a 44,20 (en 2020), manteniéndose en nivel Medio Bajo. Peor aún es el área Ambiente de Negocios, que de 25,65 (2011) bajó a 19,67 (2020), siguiendo en nivel Bajo por una década.
Esto refleja que, si bien la capital regional ofrece calidad de vida; sigue pesando sobre ella una realidad ya conocida: no tiene suficientes oportunidades laborales y no logra atraer inversiones.
Así vistos, los datos aportados por el ICV permiten alegrarse; pero también marcan una pauta para dirigir políticas y decisiones de largo plazo, que refuercen las áreas productivas y de servicios, como también el apoyo al emprendimiento. Lamentablemente el reciente año no ha permitido que ello suceda a gran escala; pero es de esperar que 2021 y los siguientes, sí lo hagan.