¿Alguna vez has pensado en "tirar la toalla"?

-Sí, por la frustración. El año pasado y debido a la cuarentena, en algún momento tuve muchas cosas del colegio, estaba en cuarto medio... Hubo una semana en que me dije que quizás debería dejar de lado el remo, pero las ganas de seguir me ganaron. No era lo que quería de verdad, así que me duró muy poco.

¿Cuáles son tus objetivos a cumplir y tus sueños como bogadora?

-Todo deportista sueña con llegar a los Juegos Olímpicos y también, todos los días pienso en ir a un Campeonato Mundial y que me vaya bien. Ahora, lo más cercano es un Mundial y después el ciclo olímpico para los Juegos de 2024. Me da lo mismo que sea en un bote single o en equipo, porque mis compañeras tendrán la misma aspiración de poder llegar y buscar lo mejor.

¿Qué se siente ser parte de una familia de remeros, donde padre y hermano han sido seleccionados nacionales adultos? ¿Es una exigencia diferente o una presión?

-Siempre he estado en el remo porque quiero y no me siento presionada, además que mis papás son de apoyar lo que uno quiere. Nunca me van a forzar. La familia es fundamental para desarrollarse completamente y nuestros padres ven las ilusiones y están ahí siempre, apoyándonos.

El hecho de que tu padre sea el presidente de la Federación Chilena de Remo, ¿es una exigencia extra?

-Eso puede ser una pequeña presión, porque la gente igual habla y puede decir que "como es hija del presidente...". Una siempre tiene que estar demostrando y cumplir, porque no falta la mala intención.

Referentes

¿Qué opinión tienes de las bogadoras adultas con las cuales has compartido, como las hermanas Abraham y Soraya Jadue?

-Las admiro completamente por su entrega, por la pasión que muestran y su compañerismo. He bogado y entrenado con ellas. También admiro a Isidora Niemeyer, que es un año mayor que yo y está en otro nivel. Ella igual es un ejemplo a seguir y encuentro admirable todo lo que ha hecho, siendo tan chica.

¿Crees ser la heredera de Soraya Jadue en el remo femenino valdiviano?

-Ella es como una leyenda. No sé si sea yo la heredera, pero sí me gustaría llegar a ser algo parecido a ella. Yo la veo en otra dimensión. Es una referente para todas las bogadoras del país.

En los Juegos Panamericanos de Lima 2019 fuiste timonel del bote ocho adulto masculino que resultó vicecampeón. ¿Cómo fue esa experiencia?

-Fue harta responsabilidad: de hacer todo bien, de no decir o dar una orden equivocada o tiempos erróneos, porque eso puede hacer cambiar todo, de un momento a otro. Ellos confían y se entregan a la voz del timonel. Entonces yo tenía 16 años y sentí la presión, pero lo disfruté a tope. Estuvimos cerca de lograr el oro. Ellos siempre me apoyaron, me enseñaron y todo fue muy natural.

CAMBIOS

¿De qué manera la pandemia afectó al remo y cómo ha sido la adaptación a nuevas formas de entrenar?

-La suspensión de las competencias, en marzo del año pasado, fue algo muy duro para todos. Estábamos a dos semanas de viajar al Sudamericano de Río de Janeiro y es una lata no poder mostrar lo trabajado. Luego siguieron los entrenamientos en casa, mucha gente no tenía tantos implementos y fue difícil para ellos. Nosotros, como seleccionados, teníamos todas las facilidades. El cambio fue difícil y ahí fueron importantes las ganas y la motivación. Desde marzo hasta agosto entrenamos en las casas y no encuentro que se haya perdido el nivel, porque hubo una planificación enviada por los entrenadores, para mantenerse y volver al agua en buenas condiciones. Acá habilitaron el Centro de Alto Rendimiento para usarlo. Lo más diferente ha sido el uso de mascarilla.

Antes existía discriminación hacia las bogadoras. ¿Ha cambiado ese panorama?

-Ahora no lo percibo tanto, pero claro, cuando era más chica, mis amigas y mamás de compañeras de colegio me decían que iba a quedar con una espalda enorme, que iba a parecer hombre y me preguntaban qué hacía en un deporte de fuerza bruta.

SIN DUDAS

¿Es mucha la responsabilidad de ser considerada parte del recambio del remo femenino nacional? -Creo que no, porque nunca he visto a este deporte como una obligación, sino como lo que quiero hacer y que me gusta.

En el fondo, ¿qué significa el remo para ti?

-Ha sido un pilar fundamental para todo mi desarrollo como persona. Me ha enseñado responsabilidad, superación, a luchar por lo que quieres. Me ha entregado valores que en otro lado no habría recibido.

Históricamente, el remo ha transitado entre la subvaloración y el poco reconocimiento del ambiente deportivo nacional, en especial la boga femenina. Esto, pese a tratarse de un deporte exitoso a nivel internacional, en relación a su cantidad de cultores. Antonia Liewald señala que "quizás luego de los Panamericanos de 2019 se vio un pequeño cambio. La gente decía que al remo le fue bien, aunque desde hace años existen logros, pero en esos juegos vi un cambio. También se habló mucho del cuádruple de las mellizas (Melita y Antonia Abraham), Soraya Jadue e Isidora Niemeyer. Pero en el día a día, creo que al remo aún no se le valora en toda su dimensión".