Desde 2017, cada 2 de abril se conmemora el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo. La fecha fue instaurada por las Naciones Unidas para volver las miradas internacionales hacia esta condición de salud, que tiene una amplia gama de grados y características. Por eso se habla de Trastornos del Espectro Autista (TEA) o Condición del Espectro Autista (CEA).

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 160 niños o niñas presenta TEA; mientras que en Chile se calcula que actualmente hay 50 mil menores de 18 años que registra alguna manifestación de este ámbito, las cuales son genéticas en la mayoría de las veces y regularmente se identifican en la comunicación, el comportamiento social y en la necesidad de establecer rutinas.

Hablar sobre autismo no es común a nivel nacional, pero en el último año sí se ha visibilizado un poco más, al ponerse en agenda pública las medidas especiales, en el contexto de la pandemia, para las personas que lo viven. De hecho, ahora existe un permiso diferenciado de desplazamiento para este grupo y sus cuidadores, el cual autoriza salidas diarias, por dos horas, y en todas las comunas, incluso las que están en cuarentena.

Esa consideración se alcanzó -a nivel local y en muchos otros países- gracias a las organizaciones de familiares y especialistas del área, quienes lograron generar conciencia social al respecto. De hecho se motivaron también otras iniciativas. Por ejemplo en Valdivia en noviembre se anunció la apertura especial del Parque Saval de lunes a domingo de 10.00 a 18.00 horas, para que niños y niñas con este diagnóstico pudieran caminar y tener contacto con la naturaleza, algo importante para su estabilidad.

Todas esas acciones han permitido a la comunidad observar una realidad especial. Por lo mismo, esos pequeños avances, debieran también proyectarse más allá de las urgencias sanitarias de hoy, para superar barreras discriminatorias que hoy existen en materias como la educación (poca acogida en colegios), en la salud, pues no siempre hay capacitación en los equipos para atender a personas distintas; como también en el apoyo a sus familias. Un "Día Mundial" permite hablar al respecto y orientar decisiones.

Como cada 31 de marzo desde el año 2009, ayer celebramos el Día de las Regiones. Esta idea tuvo su origen en una reunión de 20 Universidades Regionales del Consejo de Rectores, donde se acordó fomentar la descentralización como forma de distribución territorial del poder para avanzar en el desarrollo de nuestro país.

De los 37 países miembros de la OCDE, existen sólo dos países que no eligen a sus autoridades intermedias, sino que son designadas por el gobierno central: Turquía y Chile. Este dato cambiará con nuestro próximo proceso electoral, donde tendremos la oportunidad de elegir con nuestro voto a Gobernadores y Gobernadoras Regionales. Se trata de un hito en la historia democrática de nuestro país.

Necesitamos que las autoridades regionales que elegimos no sean meros administradores de las políticas centralizadas. Esperamos que nuestros Gobernadores y Gobernadoras Regionales gobiernen efectivamente. Para esto es importante seguir fortaleciendo la descentralización del poder territorial y transitar desde una mera descentralización administrativa a una descentralización integral, que comprenda la descentralización administrativa, política y financiera. La redacción de un nuevo texto constitucional es una gran oportunidad para seguir avanzando en este largo camino.

La Universidad Austral de Chile es una universidad regional. Nuestros campus se distribuyen en tres regiones, en las ciudades de Valdivia, Osorno, Puerto Montt y Coyhaique. Todas nuestras políticas universitarias están diseñadas para aportar desde el sur austral de Chile. Creemos en la descentralización como medio para lograr la equidad territorial entre las dieciséis regiones de nuestro país. Una descentralización integral resulta más respetuosa de nuestra diversidad y permite a la ciudadanía ser protagonista del desarrollo de la región donde reside y, de este modo, se fortalece la democracia de nuestro país.

Creemos que las universidades regionales tenemos un rol relevante que cumplir en todo este proceso de descentralización. Sabemos que requiere de autoridades responsables y de una ciudadanía informada y participativa. Queremos seguir siendo un espacio de difusión, diálogo y reflexión ciudadana sobre las oportunidades y desafíos de este proceso. ¡Queremos ser una universidad al servicio de las necesidades de nuestra región!

Dra. Patricia Toledo Zúñiga

Directora de Relaciones Nacionales y Regionales UACh