Claudia Muñoz David
Este año comenzó de una manera desafiante para el profesor de Lenguaje y Comunicación Luis Enrique Schencke (68). El 1 de marzo asumió como el nuevo director del Liceo Bicentenario Instituto Comercial Valdivia y lo hizo en un momento especial, en plena pandemia y ad portas del aniversario número 93 del establecimiento, que será celebrado este 30 de abril. Un liceo que Schencke conoce muy bien, ya que ha trabajado ahí durante 40 años.
Además, sobre él y su equipo fue puesta una gran responsabilidad, la de continuar con el proyecto educativo del anterior director del instituto, Juan Carlos Riffo, quien falleció el año pasado. Y Schencke es optimista ante este reto, ya que asegura que el liceo cuenta con grandes profesionales que lo apoyan y que él mismo posee la experiencia para liderar que le han otorgado los años.
Luis Enrique Schencke Campos nació en Valdivia. Tras salir del colegio estudió Teatro en la Facultad de Artes de la Universidad Austral de Chile, en la misma generación que la actriz Consuelo Holzapfel y viajó mucho actuando.
Sin embargo, sentía una vocación por la enseñanza que era muy fuerte. "En mi familia siempre me dijeron que la educación era lo más importante para los individuos, que era lo único que te puede sacar de la ignorancia y te permite crecer como persona. Aportar a la sociedad a través de esta profesión tan hermosa era algo que me parecía y me sigue pareciendo bonito", contó.
Por lo mismo, en el año 1974 ingresó a Pedagogía en Castellano, también en la Uach, y terminó su carrera en 1979. Rápidamente comenzó a enseñar. Trabajó en Windsor School y en 1981 ingresó al Instituto Comercial como profesor de lenguaje, redacción comercial, redacción administrativa y relaciones públicas.
"Cuando eres profesor de literatura es complejo llegar a un establecimiento técnico profesional y llevar esto a la realidad. El desafío era ser mucho más práctico, pero tuve excelentes colegas que me guiaron para desarrollar el lenguaje en la práctica. La filosofía de estos colegios era llevar a los alumnos al mundo laboral -en ese tiempo había quinto medio- sin cortarles las alas para que también pudieran llegar a la educación superior si lo quisieran", expresó.
Desde 1928
Luis Enrique Schencke no solo se ha desempeñado laboralmente en este establecimiento, también lo ha hecho en otras casas de estudio. Trabaja en Inacap hace 22 años y ha hecho clases en la Universidad San Sebastián y la Universidad Santo Tomás. "Creo que le he hecho clases a medio Valdivia, me gusta mucho la docencia", bromea.
Ahora, se hace cargo de un establecimiento que nació en 1928 y que hoy busca entregar a los jóvenes las competencias para desarrollarse y aportar a las necesidades del siglo XXI.
-¿Cómo se generó su llegada a la dirección del establecimiento?
-Llegué a la dirección este año porque nuestro director, quien tenía un proyecto institucional para este establecimiento, falleció el año pasado.
Él dejó a un fantástico equipo de trabajo en la Unidad Técnica Pedagógica, en la Inspectoría General, en la jefatura de Producción.
Entonces me solicitaron si podía asumir la dirección manteniendo el proyecto, porque llamar a un concurso en este momento tan complejo podría significar un cambio total y no estamos en condiciones de ser tan radicales. Me solicitaron que colaborara en este proceso de terminar el proyecto de Juan Carlos Riffo.
-¿Qué sintió cuando le hicieron esa solicitud?
-Primero me sentí sorprendido. De hecho a la jefa del Departamento de Administración Educacional, la señora María José Yáñez, le dije que me sorprendía que fuera yo. Pero me indicaron que mis competencias profesionales, el conocimiento del colegio por 40 años como profesor y el haber trabajado como secretario de actas académicas y con centros de alumnos me desarrollaron las habilidades personales para trabajar como director.
Además, yo tengo una muy buena relación con mis colegas y todos se han portado muy bien conmigo, están haciendo sus mejores esfuerzos.