La otra pandemia
Cuando aun no vemos el horizonte de salida de la pandemia del Covid-19, una encuesta Ipsos nos golpea con la pregunta "¿Cómo ha cambiado su salud mental y emocional desde el comienzo de la pandemia hace un año?". Nuestro país se ubicó en segundo lugar con un 56% indicando que ese plano de sus vidas empeoró desde el inicio de la crisis. En este ranking solo es superado por Turquía, con un 61%, Hungría, también con un 56%, Italia con 54% y Brasil con 53%.
Nos golpea, pero no nos sorprende. Porque este no es un problema nuevo. Desde hace años las propias estadísticas de Salud nos indican que los problemas de salud mental afectan con mayor fuerza a las personas con menor nivel educacional, a los más jóvenes, a las mujeres, a integrantes de los pueblos originarios, agregando que estos pueden comenzar en niños de 4 a 11 años.
En el mundo de los trabajadores los principales problemas de salud declarados son también de salud mental, destacando la sensación continua de cansancio con un 30,3% y el haberse sentido triste o deprimido por al menos dos semanas durante el último año, con un 21%. Estas cifras varían según género, tipo de ocupación y nivel ocupacional, siendo las más afectadas las mujeres que laboran en servicio doméstico, las ocupaciones familiares no remuneradas, las que tienen empleos informales y las trabajadoras del sector público.
La plataforma "Saludablemente", implementada por el gobierno para apoyar a quienes se sienten abrumados por la crisis sanitaria, social y económica, ha recibido más de 182 mil consultas. El 64% de las personas consulta por síntomas ansiosos, seguido por la ideación o intento de suicidio con un 9%, los trastornos del ánimo con un 8%, y los trastornos mentales severos con el 5%.
Los problemas de salud mental deben importarnos a todos porque afectan nuestra convivencia, nuestro trabajo, nuestros sueños y, además, porque demandarán un importante esfuerzo económico en el corto plazo de parte del Estado.
Pero lo más terrible es que los problemas de salud mental afectan, a veces de forma permanente, la confianza y la esperanza, instalando otros problemas, como el miedo.
Porque como nos lo recuerda Galeano "es el tiempo del miedo. Miedo a la noche sin pastillas para dormir y a la mañana sin pastillas para despertar. Miedo a la soledad y miedo a la multitud".
Es la pandemia, dentro de la pandemia.
Nos recuerda Galeano: "Es el tiempo del miedo. Miedo a la noche sin pastillas para dormir y a la mañana sin pastillas para despertar. Miedo a la soledad y miedo a la multitud..."