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Jaime Marcelo Montory Arcil: Presente en el corazón de su familia

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El 17 de mayo de 2021 se marchó para siempre Jaime Marcelo Montory Arcil. Fue hijo de Pedro Montory Duhart e Irma Arcil Hein y nació en Los Ángeles, el 10 de marzo de 1949. Fue el menor de tres hermanos (Pedro y María Teresa) y durante su niñez, la familia se trasladó a vivir a Temuco, donde estuvo internado varios años. Durante su adolescencia falleció su madre, lo cual originó el traslado a Valdivia, junto a su padre. Finalizó su educación secundaria en el Liceo de Hombres. Durante toda su vida trabajó ligado al comercio, aproximadamente desde los 20 años de edad en El Greco y Taboada, siempre en la sección Caballeros, hasta el momento de su jubilación. Posteriormente se mantuvo activo trabajando en la Automotora Bertone. También perteneció a la comunidad del grupo sanguíneo RH- de Valdivia, como donante de sangre cuando era requerido o de forma voluntaria. En su vida familiar fue casado primero con Ingrid Scheihing González y luego con Sonia Catalán Leal. De su primer matrimonio nacieron Christian Marcelo y Jaime Andrés, mientras que del segundo fueron hijos Jaime Marcelo y Paulina Nicole. Su descendencia se prolongó a siete nietos: Gabriel, Franco, Matías, Amparo, Helena, Joaquín y Julieta. Jaime Marcelo Montory Arcil fue un fanático del karate, deporte que practicó durante muchos años. Además fue participante activo de los campeonatos de beibifútbol organizados por el comercio y fanático de Deportes Valdivia, en donde fue socio de la institución a finales de los '80 y comienzos de los '90. Además, siempre asistía al estadio para ver a sus hijos participar en las competencias del fútbol amateur de Valdivia. En los veranos vacacionaba al menos durante una semana en las cabañas del comercio ubicadas en el balneario de Niebla. Su familia lo recuerda como "una buena persona, amable, caballero, buen amigo y colega, siempre con buena voluntad cuando era requerido". Jaime Marcelo Montory Arcil falleció el 17 de mayo de 2021, a consecuencia de un paro cardio respiratorio y su cuerpo descansa en el Cementerio Municipal de Valdivia.

72 años de edad tenía Jaime Montory Arcil, al instante de su fallecimiento. Fue un conocido y destacado funcionario de las tiendas El Greco y Taboada.

La misión

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de la Iglesia

La lectura del evangelio que se leerá este domingo,es la finalización del evangelio de Mateo (Mt 28, 16-20). Jesús resucitado convoca a sus discípulos a Galilea, el lugar donde había comenzado su misión. Ellos se postran delante de él reconociéndolo como su Señor y Mesías, "incluso los que habían dudado". Esos discípulos habían acompañado a Jesús en su misión y que lo habían abandonado en la cruz, pero que a su vez habían sido testigos de su resurrección, ahora lo reconocen como el Señor, a pesar de sus dudas. La fe es el coraje de tener dudas. No hay que temerle a las dudas, sino más bien al miedo. El miedo es lo contrario a la fe.

A esos discípulos que estuvieron con él, con sus fortalezas y debilidades, Jesús los envía a ser sus misioneros: "Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos: bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

El mandato de evangelización sobre esta primera comunidad cristiana se mantiene vigente hoy, en donde "dos o tres estén reunidos en el Nombre de Jesús".

La misión no es individual, aunque muchas veces pueda estar un discípulo-misionero solo. Siempre la misión es comunitaria, siempre es la Iglesia la que evangeliza. "Enséñenles a cumplir lo que yo les he mandado", insiste el Señor. La misión no está guiada por caprichos personales o por modas pasajeras, sino que debe ser fiel a lo que Jesús enseña en sus evangelios.

El texto de este domingo finaliza (y con él todo el evangelio de Mateo) con una frase esperanzadora para sus discípulos de ayer y de hoy: "Sepan que Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos".

La presencia del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia es la esperanza que mueve a toda la comunidad a seguir evangelizando el mundo. Partimos de la certeza de la presencia del Señor en medio de nosotros. Él no nos ha dejado solos, sino que sigue presente en su Iglesia y en cada una de sus comunidades.

Roberto Altermatt Valdeavellano: El adiós de un hombre alegre y honesto

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A los 71 años de edad recién cumplidos y víctima de una enfermedad que lo atacó fuertemente en los últimos meses emprendió su último viaje el conocido vecino valdiviano Roberto Germán Altermatt Valdeavellano. Nacido el 14 de mayo de 1950 en Valdivia, Roberto Germán fue hijo de Carlos Altermatt y Elena Valdeavellano, además de hermano de Patricio. Realizó sus estudios básicos y medios en el Instituto Alemán Carlos Anwandter y en el Liceo Comercial, donde se tituló en la especialidad de Ventas. Durante su juventud también vivió en las ciudades de Osorno y Santiago. Precisamente en Santiago contrajo matrimonio con María Elena Venegas y regresó a vivir a Valdivia. Su primera esposa falleció en el año 1986 y con ella fueron padres de dos hijos: César y Roberto, quienes le entregaron tres nietos, de los cuales alcanzó a disfrutar y regalonear en sus últimos años: Tomás, Victoria y Diego Alonso. Fue casado en segundas nupcias con Patricia Carabantes, con quien fueron padres de Ignacio. La vida laboral de Roberto Germán Altermatt Valdeavellano estuvo estrechamente ligada al rubro del comercio, ya que siempre ejerció como agente y supervisor de ventas. Posteriormente, cuando llegó el momento de la jubilación prolongó su vida laboral y formó una pyme con su taxi colectivo. Su hijo César Altermatt, periodista, señala que "de mi viejo, lo que más valoramos es su alegría. Su principal valor fue ser una persona honesta, que enfrentaba las complicaciones de la vida con mucha alegría. No tuvo conflictos con nadie y mucha gente que lo conoció destacó ese hecho durante el velatorio. Él alegraba la vida a todo el mundo con sus tallas y esa capacidad de estar siempre contento, a pesar de las constantes adversidades. Siempre enfrentó los malos momentos con mucha alegría". En marzo de este año comenzó a sentirse mal, a consecuencia de un cáncer gástrico, que terminó finalmente por llevárselo para siempre. Roberto Germán Altermatt Valdeavellano falleció el 25 de mayo pasado y su cuerpo descansa en el Cementerio Municipal de Valdivia.

71 años de edad tenía Roberto Altermatt Valdeavellano. Se marchó para siempre el 25 de mayo pasado y su cuerpo descansa en el Cementerio Municipal de Valdivia.