Un total de 1.587 casos de reclamos contra el mercado financiero fueron registrados durante 2020 en Los Ríos. Así lo señala un estudio del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) dado a conocer hace pocos días y en el cual también se advierte que este tipo de situaciones subió un 9,9% el año pasado, en comparación al período anterior (2019) cuando se tramitaron 1.444 quejas locales.

La situación regional es parte de una realidad que se vive en todo el país. De acuerdo a Sernac, los casos denunciados al Servicio subieron un 27% a nivel nacional y la mayor parte de ellos (49,42%) corresponde a los bancos, seguidos (38,97%) por el llamado "retail financiero", con tarjetas de crédito de multitiendas.

Lo ítems que generan más molestias son los cobros indebidos, el incumplimiento de las condiciones ofrecidas y las acciones extrajudiciales que no se apegan a las normas legales sobre frecuencia, horarios y recargas de cobranza. Y este último punto es importante, pues aunque una persona sea deudora, no pierde sus derechos como consumidor.

Hablar sobre deudas resulta atingente en la actual realidad comunitaria. Si bien en los últimos meses muchas personas bajaron su carga morosa en la región (por primera vez en 9 años según el reciente informe USS-Equifax), los adultos mayores y los jóvenes las ven incrementar.

Otro estudio de Sernac y del Instituto Nacional de la Juventud, reveló que un 22,8% de los encuestados para el análisis en diferentes regiones, tiene cuotas vencidas de tarjetas de crédito de casas comerciales u otras instituciones no financieras; el 20,1% las tiene con tarjetas bancarias; un 16,2% debe dinero a parientes o amigos y un 10,5%, tiene préstamos de consumo bancario que no logra cubrir.

Claramente estas cifras no son favorables, pues un endeudamiento temprano genera cargas para la vida adulta difíciles de solventar. Por lo mismo, resulta importante entregar información y orientación financiera desde los niveles escolares; además, también para los adultos, es relevante conocer el comportamiento de las instituciones respecto de sus clientes (Sernac tiene una plataforma para revisarlo) y así elegir dónde dirigirse desde el comienzo.

En el contexto de pandemia, algo más se ve necesario: reforzar el concepto de consumo responsable.

Al inicio, se podría haber pensado que el Gobierno realizó una mala evaluación y que la pandemia tendría un mejor comportamiento, pero a esta fecha es pura tozudez. La letra chica parece ser que es una condición del ADN de La Moneda. Siempre a la baja en los beneficios, siempre "sacando por aquí o recortando por acá", siempre regateando ayudas, que al final significa que dichos beneficios son otorgados a un número mucho menor de personas.

En el caso del Bono para Mipymes, la letra chica la pusieron de inmediato y en explícito, porque para acceder al bono del millón de pesos se requiere una declaración o facturación de actividad a lo menos de unos meses del 2021; entonces ¿qué pasa con las microempresas de turismo, de cultura y entretenciones que no han tenido actividad este año? Las dejaron fuera de inmediato.

Respecto al Ingreso Familiar de Emergencia, lo que planteó la presidenta del Senado, Yasna Provoste, es que el aporte a las familias no podía ser bajo la línea de la pobreza, a lo cual accedió el gobierno. Al revisar el proyecto de Ley, el beneficio solamente cumplirá esa condición el primer mes, mientras que el segundo y tercer mes, el aporte no alcanzará ese nivel mínimo.En el intertanto, con el notorio aumento de los costos de alimentación (en alza), energía, materiales de construcción, y combustibles, el dinero de los beneficios no alcanza para cubrir los mismos gastos básicos que hace algunos meses.

Por ello, desde la oposición hemos propuesto que los beneficios sean sobre la línea de la pobreza más un 30% para cubrir este déficit por aumento de precios. Por otra parte, el Gobierno insiste en que las personas deban "postular" y eso no es una respuesta universal. Sabemos que gente de clase media que ha estado perdiendo bienes y negocios no están en el Registro Social de Hogares y por lo tanto no han sido evaluados para recibir los beneficios, lo mismo los trabajadores por cuenta propia, que por esa y otras razones terminan quedando fuera de las ayudas.

Creo que con los datos y registros combinables que tenemos hoy día, es posible dar una respuesta universal inmediata. Espero que el Gobierno atine en la negociación de esta semana con el Congreso y se ponga a trabajar en como incorporar a estas familias que nuevamente serán excluidas de los anuncios. Necesitamos hacerle entender al gobierno que la tercera ola de la pandemia está golpeando duro, y ayudas deben ser esta vez, por favor, ¡sin letras chicas!

Iván Flores García

Diputado