Junio de 2011: Cuando el Cordón Caulle mostró su enorme fuerza
ANIVERSARIO. Autoridades de la época y vecinos relatan cómo enfrentaron la emergencia, el trabajo conjunto y qué aprendieron de la experiencia.
El 4 de junio de 2011, a las 14 horas con 26 minutos, el Cordón Caulle comenzó a hacer erupción, fenómeno que no se había visto con esas características desde 1960 y que generó que en las comunas de Río Bueno, Futrono y Lago Ranco se activaran planes de acción y las evacuaciones de quienes vivían más cerca de ese volcán fisural.
Desde marzo de ese año ya se habían comenzado a percibir señales de que algo podría estar ocurriendo. Las estaciones simológicas del Sernageomin empezaban a registrar movimientos sísmicos en el área de Riñihue-Cordón Caulle y se estaban incrementando con los días. Solo en abril se contaron unos mil 264. Finalmente, el 4 de junio y después de un gran estruendo, se pudo ver cómo se levantaba una enorme columna eruptiva, de unos 15 kilómetros de altura.
Esta semana se cumplen diez años desde la erupción y las autoridades de esa época, además de los vecinos, siguen recordándola como un período de expectación y noches sin dormir, pero también de un trabajo unido, coordinado y cooperativo. Lo que permitió, según relatan, que no se tuvieran que lamentar muertes ni grandes pérdidas.
Luis Reyes ya era alcalde de Río Bueno cuando empezó la erupción. "Recuerdo que junto a mi equipo estábamos muy cerca preparando una ruta para un Raid de Invierno, cuando me tocó presenciar la erupción en un espacio abierto. Fue realmente impresionante ver esto por primera vez y poder grabar el primer video que salió nacional e internacionalmente como primera imagen de la explosión, que fue muy violenta y potente", relató. Estaba en el sector de Arrayán, a solo a unos 20 kilómetros del volcán.
Contó que inmediatamente activó la red pública de apoyo en emergencias. Una vez iniciado el proceso eruptivo instaló el centro de operaciones en la Escuela Rural de Mantilhue, hasta donde llegó el personal de la Onemi y los equipos de emergencia.
"La primera medida fue ver hasta qué punto estaba en riesgo la comunidad más cercana, que era la de Rucatayo Alto, donde vivían alrededor de 50 familias. Ellos estaban debajo del hongo, se veía muy bien desde ahí".
Añade que "Fue un día sábado y comenzamos un trabajo que no paró por mucho tiempo y que como experiencia, desde el ámbito del liderazgo político y público, fue muy buena. Muchas personas tenían temor por las cenizas, por lo que pudiera pasar; ahí, con ellos, los apoyos de los municipios y su red de profesionales para enfrentar la emergencia fue muy importante", destacó el jefe comunal.
Los vecinos
El agricultor Joel Caiguan tiene 58 años y siempre ha vivido en el sector de Rucatayo Alto, en Río Bueno. Su casa está ubicada a 12 kilómetros del volcán. Aseguró que nunca había visto una erupción así en el Cordón Caulle. "Se hablaba mucho de la del año 60, pero yo todavía no nacía, no tenía esa experiencia", dijo.
Recuerda que antes de la erupción de 2011 se sintieron muchos temblores, los que se sentían de día y de noche, hasta que se produjo un gran temblor y la explosión.
Su familia estaba conformada por 16 personas. Todos evacuaron, pero Joel Caiguan se quedó resguardando las casas y los animales. "Siempre estaba pendiente, porque si la emergencia se ponía más grave también tendría que evacuar. Lo más grave que podía pasar era que cayeran piedras al suelo. Eso no ocurrió, las piedras se fueron a Argentina. Solo recuerdo que se veían islas de piedra pómez en el lago Puyehue", dijo.
Con la ceniza que empezó a caer, su pradera se vio afectada. Para poder alimentar a los animales tuvo que darles concentrado o fardos traídos desde otros lugares. "Felizmente no murieron animales, porque yo tenía la precaución de regar la pradera, especialmente para las ovejas. Sin embargo, la ceniza caía de manera constante, había días más intensos que otros dependiendo de la dirección del viento. Me decían que esto era como un fertilizante y que iba a ver los efectos unos años después. Ahora noto que la pradera se mantiene más verde, hubo un cambio favorable", contó.
Las evacuaciones
Una de las mayores dificultades de la emergencia fue convencer a los habitantes de las zonas en riesgo de que debían evacuar, dejando a sus animales y su casa, el principal capital de trabajo en esos sectores. Eduardo Hölck era el gobernador de la Provincia del Ranco en esos momentos y uno de los encargados de coordinar el trabajo relacionado con la emergencia. "Es súper relevante destacar que esta no fue una erupción sorpresiva. A lo largo y ancho de la Cordillera de Los Andes se han instalado instrumentos, los que van señalando cuando algún volcán empieza con actividad sísmica. En el caso del Caulle la actividad subió