Tres santuarios de la naturaleza
Hace cuarenta años, el Humedal del Río Cruces recibió reconocimiento oficial; ahora se suman Angachilla y Llancahue. Los Ríos es la cuarta región del país con mayor superficie de humedales: suman 83.476 hectáreas. Valdivia tiene 77 de ellos y la comuna de Los Lagos, 23.
Este jueves se cumplirán cuarenta años desde que el Humedal del Río Cruces recibió su declaratoria como Santuario de la Naturaleza. El 3 de junio de 1981 el Ministerio de Educación de la época le entregó esa condición, convirtiéndolo en el 14º territorio nacional protegido bajo esta norma. El 27 de julio de ese mismo año, fue nombrado también como el primer sitio chileno en la Convención RAMSAR, tratado de cooperación internacional para la protección de los humedales, que Chile suscribió en 1971.
Esas marcas obligaban su protección, pero pasaron tres décadas antes de que se definiera con claridad la extensión que abarcaba. Recién en 2014 -diez años después del desastre ecológico que lo dañó- se conoció la primera cartografía oficial del área y se logró establecer, especialmente, dónde comenzaban las limitaciones para la intervención humana.
Hoy existe más conocimiento ciudadano del área; trabaja ahí en Cehum-Uach;, hay normas, y el Santuario Carlos Anwandter marca el centro de la red de humedales de Valdivia, la cual suma -de acuerdo a datos del Ministerio de Medio Ambiente- 77 sitios de este tipo y es la comuna con mayor número de ellos, seguida por Los Lagos, con 23. La región en general registra 83 mil .476 hectáreas con estos ecosistemas; la cuarta de Chile con mayor superficie en la clasificación.
Este 2021, lejos ya de ese primer hito en el Cruces, se produjo una nueva alegría regional en la materia: la declaratoria de Angachilla y Llancahue como Santuarios de la Naturaleza; meta lograda gracias a la constancia de muchas organizaciones académicas y de la sociedad civil, que generaron conciencia sobre la importancia de estas áreas donde viven especies de flora y fauna nativa, se regula el clima y se limpian agua y aire, entre otros "servicios" ecosistémicos.
Tal determinación del Consejo de Ministros para la Sustentabilidad elevó a 42 la cifra nacional de lugares con esta calidad.
Son buenas noticias, porque manifiestan una voluntad política de preservación. Sin embargo, también implican un desafío, especialmente para los municipios, mandatados a velar porque las presiones urbanas y habitacionales no dañen los espacios designados. Si bien cuidar es una tarea compartida con la comunidad; claramente la fiscalización resulta clave.