"Todavía se siguen escribiendo artículos científicos sobre la erupción del Caulle"
EN LOS RÍOS. El experto fue el encargado por parte de Sernageomín de gestionar la emergencia que se produjo en 2011, que afectó a parte de la región y que este mes cumplió diez años.
Hace diez años se produjo la última erupción del Cordón Caulle, evento que movilizó a los científicos y autoridades de la época para buscar las mejores estrategias que permitieran enfrentar la emergencia. Para Los Ríos, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) designó al geólogo y volcanólogo Hugo Moreno Roa como su experto encargado en la zona. Era él quien se coordinaba con la Intendencia, la Gobernación, la Onemi y todas las instituciones y personas involucradas en manejar el suceso. También era el encargado de ir a terreno, elaborar los informes e informar.
Moreno tenía mucha experiencia en el área. Fue profesor de Geología y Volcanología de la Universidad de Chile hasta 1995. A partir de enero de 1996 fue contratado en Sernageomín como profesional geólogo investigador y su principal rol fue elaborar cartografía geológica. Hizo mapas geológicos regionales y de la mayoría de los volcanes de Los Andes del sur entre el Antuco y el Calbuco. Además, fue ideólogo y creador del Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur, que se encuentra en Temuco, idea que surgió a finales de los '80 .
En 2020 se retiró de Sernageomín y para él la erupción del 4 de junio de 2011, en el Cordón Caulle, fue una experiencia que dejó un enorme cúmulo de enseñanzas, tanto en la gestión de la emergencia como en la generación de investigaciones científicas, las que indica aún se están desarrollando.
¿Qué particularidades tiene el Complejo Volcánico Puyehue-Cordón Caulle que lo hace interesante?
Tenemos que usar algunos conceptos un poco técnicos. Es el único volcán fisural históricamente activo del mundo que tiene una composición del magma muy silicia. Todas las rocas volcánicas tienen sílice. La más pobre en sílice se llama basalto, después se va subiendo y se pasa a una andesita y luego a una dacita, para llegar a una más silicia todavía, que es la riolita. Este volcán tiene una composición dacítica riolítica, o sea, es extremadamente silicio.
Este cordón volcánico fisural es de 15 kilómetros de longitud noroeste-sureste por cinco kilómetros de ancho. Dentro de él, que es una zona deprimida entre dos grandes fallas geológicas, hay centenares de cráteres, fisuras, conos de material piroclástico -en este caso pómez- y domos de lava. Domos porque la lava mientras más silicia es más viscosa, eso significa que es más explosivo. La mayoría de los volcanes fisurales del mundo que están en actividad hoy son de composición basáltica, con estas lavas muy delgadas que fluyen muy rápidamente. Por ejemplo, hay fisuras en la Isla de Hawaii y también en Islandia. Las lavas silicias son más viscosas, producen coladas muy lentas en su avance que no representan peligro a la vida humana y pueden tener espesores de hasta 200 o 300 metros. De esta composición del Cordón Caulle sale la famosa roca obsidiana, muy utilizada por los antiguos habitantes de la zona para hacer hachas, puntas de flechas y de lanzas.
¿Cuándo han ocurrido sus más recientes erupciones y qué características han tenido?
-Las más recientes e importantes fueron dos en el siglo XX. La primera ocurrió entre diciembre de 1921 y enero de 1922. Posteriormente, el 24 de mayo de 1960 y 47 horas más tarde del terremoto 9,5 de magnitud, se reactivó el cordón. Finalmente, en el siglo XXI, ocurrió la del 4 de junio de 2011, que fue aproximadamente a las 14 horas. Las de 1921-22 y 1960 fueron erupciones que tuvieron una duración relativamente corta, de dos o tres meses en su fase más explosiva. La del 4 de junio de 2011 se prolongó casi dos años, su mayor fase explosiva duró hasta fines de 2011. La erupción del 21-22 fue mucho más explosiva que la del año 60, la ceniza cayó en Uruguay y la parte sur de Brasil; la ceniza de 1960 cayó hacia la zona Argentina, Villa La Angostura y Bariloche.
-El ex alcalde de Lago Ranco, Santiago Rosas, relató que ya antes de la erupción de 2011 había conversado mucho con usted sobre la posibilidad de que un evento así ocurriera. ¿Qué señales existían que hacían pensar en esa posibilidad?
-Entre los años 2007 y 2009 hubo una fuerte actividad sísmica en el área de Puyehue-Cordón Caulle y otro cordón volcánico que está más al norte, el de Carrán-Los Venados. En toda la zona sureste de Lago Ranco hubo una elevada actividad sísmica incluso con muchos sismos perceptibles por la población, de magnitudes 4 y 4,5, bastante superficiales. Además, hubo un enjambre sísmico de hasta 200 eventos por día. Eso nos obligó como observatorio volcanológico a colocar más estaciones en la zona. Teníamos a penas tres y llegamos a ocho. Tuvimos muchas reuniones con el alcalde Santiago Rosas, la gobernadora de aquel tiempo y capacitamos a la población. También se elaboró un plan de emergencia ante una posible erupción. La población estaba advertida y eso fue muy bueno, porque en marzo de 2011 comenzaron nuevamente a haber algunos sismos en la zona. Estos rápidamente empezaron a escalar aunque no era una sismicidad perceptible. Ya en abril la sismicidad era escandalosa, unos 300 sismos al día. Cada vez se iban localizando más en el Cordón Caulle. A fines de mayo hicimos un sobrevuelo y finalmente comenzó la erupción el 4 de junio.