Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv

(viene de la página anterior)

E-mail Compartir

-¿Cómo se tomó la propuesta presidencial de darle urgencia al matrimonio igualitario? Es una cuestión que genera muchas divisiones en Chile Vamos.

-Lo tomo como una gran noticia. Yo siempre he apoyado el matrimonio igualitario y he planteado también que tiene que ser con adopción. No sólo estamos hablado aquí de pareja, si no que de familia y que los niños de una pareja homosexual tengan los mismos derechos. Esto es ir hacia adelante como sociedad. Avanzar en este derecho beneficia a los ciudadanos, amplía su libertad y elimina la creencia de algunos que en Chile hay ciudadanos de primera y segunda categoría. Porque creo en la libertad, creo en el reconocimiento de los diversos proyectos de vida, en su valor, su dignidad. Eso es lo que anima toda mi campaña.

-Siempre se opuso a los retiros de fondos de pensiones, ¿qué le parece la idea de sacar el 100% de ellos?

-Los retiros ayudaron a muchas personas en un momento muy difícil. Eso está fuera de discusión. Mi temor y la razón de oponerme, como lo dije públicamente, era que esto nos iba a llevar a un segundo, un tercer retiro y a propuestas de retiro por el 100%; y aquí estamos, un año después ese temor se confirma a plenitud. Es irresponsable el retiro del 100%, porque sabemos que esto deja al sistema sin fondos y las pensiones, necesitan dinero para pagarse. Lo que no dicen los políticos que apoyan esta iniciativa, por su interés propio, por su popularidad, es que esa plata la vamos a tener que poner todas las personas, nosotros y nuestros hijos, más que duplicando la tasa de cotización y pasando, por definición, a un sistema de reparto dado que ya no quedarán ahorros. Nadie ha dicho cómo vamos a pagar esta cuenta. Eso me parece dramático. Pero yo tengo un plan para recuperar las pensiones que pronto daremos a conocer.

-Evópoli es un partido pequeño: ¿lo ve como un satélite frente a los planetas RN y UDI o más bien como el David frente a esos Goliats?

-Evópoli es un partido joven, sano, desplegado en todo Chile, con dirigentes sociales y mucha gente jugada por sus comunidades. Y tengo su respaldo. Evópoli es un partido que ha sido consistente con sus convicciones, no se ha dado vuelta la chaqueta y en momentos de máxima desconfianza de la política, eso tiene mucho valor. Pero más aún, mi candidatura va más allá de Evópoli: ha convocado a personas independientes, es una candidatura que aspira al centro, que ha sido capaz de convocar a personas como Javiera Parada que no viene de este mundo y que ve en este nuevo ciclo político la necesidad de hacer las cosas distintas, tenemos cientos de independientes que están trabajando en nuestros programas. Lo que se juega en esta elección es el futuro versus el pasado, es la nueva política versus la política tradicional y qué candidato es realmente capaz de tender puentes con otros actores para generar acuerdos.

-Ya que la menciona, su jefa de campaña, Javiera Parada, ha dicho que si no gana esta primaria no se unirá a ninguna otra campaña de la coalición. Si usted no gana esta primaria, ¿apoyará lealmente a quien la gane?

-Siempre he sido respetuoso de las reglas y esta primaria no será la excepción. Con todo, esta candidatura va a ganar esta primaria y va a ser capaz de seguir convocando a nuevos actores para este nuevo ciclo político que viene y los desafíos de fondo que este supone.

-Si gana la primaria, tiene al frente a varios posibles candidatos. ¿Prefiere enfrentarse a Jadue o a Boric, a Narváez o, eventualmente, Provoste?

-Será la ciudadanía quien decida a quién nos enfrentaremos en la presidencial. El nuevo ciclo exige que quien encabece el país tenga liderazgo, convicciones y, sobre todo, capacidad de diálogo y de convocar. La pregunta es: ¿quién de los candidatos tiene mayor capacidad y credibilidad para generar esos puentes y esa capacidad de convocar a nuevos actores, como nosotros ya lo hemos estado haciendo?

-La pandemia y la crisis económica, ¿alteró esta campaña presidencial en el sentido que están cosas muy importantes en juego?

-No es una elección cualquiera. No da lo mismo quien sea el próximo presidente de Chile. Iniciamos un nuevo ciclo, de transición, que definirá el futuro de los años que siguen.

-¿Cuáles serían sus primeras acciones y sus principales énfasis en un eventual gobierno suyo?

-En lo inmediato, la prioridad uno, dos, tres y cuatro, son las pegas, el trabajo: sé cómo hacerlo y para ello tengo un plan para recuperarlas. En segundo lugar tenemos que hacernos cargo de las fisuras de la pandemia, el drama de millones de chicos que han perdido su año escolar, la salud y reconstruir las pensiones. Aparte de eso, nuestras primeras acciones, pensando en los años que siguen, serán invertir en educación para aspirar a una educación pública mejor que la privada, reformar la salud a través de un plan único que nivele hacia arriba, que ponga patines y que amplíe la libertad de elección de los chilenos, eliminando las isapres tal como las conocemos, transformar la política social estableciendo transferencias directas en dinero a los bolsillos de los trabajadores formales, para aliviar el costo de la vida de las familias, apoyar a la clase media en la adquisición de su vivienda y por último, avanzar de una vez por todas en la descentralización para Chile y tenemos un plan ambicioso para esto.

-Vamos por partes: ¿cómo es su propuesta de que ningún trabajador formal ganará menos de 400 mil pesos?

-Aliviar el costo de la vida es un eje principal de mi programa para que las familias tengan la seguridad y los recursos suficientes para llegar a fin de mes, un desafío, aún mayor en períodos de crisis, producto de sueldos bajos e inestabilidad laboral. Con esta propuesta aumentaremos los ingresos de los trabajadores formales con transferencias de dinero directas a las familias, premiando en todo momento el trabajo formal, a través de una Renta Mínima Garantizada que asegure que ningún trabajador formal en mi gobierno reciba menos de 400.000 pesos líquidos al mes. Esta medida se enmarca en el eje del costo de la vida y se complementa con otras tres medidas adicionales: rebaja del transporte público a la mitad en todo Chile, un programa masivo para rebajar el pie de créditos hipotecarios para clase y media y un crédito solidario estatal para pagar deuda de hogares. Estas cuatro medidas permitirán a una familia que tiene ingresos mensuales de 1 millón de pesos, aumentarlos en 260.000 pesos, un aumento del 26% en su ingreso disponible.

-¿Y podría señalar los grandes lineamientos de su idea en salud de un plan único y sin isapres?

-85 de cada 100 chilenos están en Fonasa y no tienen realmente libertad de elegir. Muchas veces se enfrentan a un trato poco digno por parte de funcionarios, con largas listas de espera para una consulta o peor aún, para una operación. Mi propuesta es avanzar en un plan único de salud igual para todos los chilenos, que nivele hacia arriba, que incluya la salud mental, los medicamentos, que no discrimine y en el cual las personas puedan acceder a un servicio de calidad en función de sus necesidades médicas y no de su capacidad de pago. Darles a las personas libertad para elegir si este plan se lo va a dar a un asegurador privado o estatal. Esto iguala la cancha, amplía la libertad y, lo más importante, dará acceso a una salud digna. En este contexto, las isapres como las conocemos, dejan de existir. Por supuesto que quienes quieran tener seguros complementarios y otros propuestos por el sector privado pueden hacerlo, lo esencial es que estamos asegurando un plan único para todos los chilenos y que nivela hacia arriba.

-¿Cree que fue mezquino con el Ingreso Familiar de Emergencia cuando fue ministro y qué le parece el actual?

-La pandemia se ha prolongado por más de un año, mucho más allá de lo que todos pensaban. Mi voluntad siempre ha sido de acuerdos y es por eso que las ayudas que definimos en su minuto, hace un año, para ese momento, se basaban en un acuerdo con los actores políticos de gobierno y oposición y los economistas del Colegio Médico, un acuerdo que me tocó impulsar y que llevó el IFE a 100.000 pesos, a más de 4 de cada 10 chilenos en ese entonces, y que también generó ayuda para casi 2 millones de personas de la clase media. Es cierto que Chile ha sido el país que más ayuda ha dado, pero también es cierto que siempre será insuficiente debido a la magnitud de la crisis.

He estado en terreno y, además de las ayudas, las personas me transmiten su incertidumbre sobre el futuro. Es fundamental entregar seguridades, particularmente en materia de recuperar las pegas, el ingreso permanente, su principal preocupación. Yo sé cómo hacerlo.

-También ha comenzado a realizar encuentros abiertos mediante Zoom en regiones sobre su propuesta de descentralización. ¿En qué consisten esos encuentros y las bases de su propuesta?

-Estamos contándoles a todas las regiones, a través de zoom abiertos, nuestro plan de descentralización. Descuénteme lo que voy a decir por lo que quiera, porque es cierto que se habla de descentralización cada cuatro años y después no pasa nada, pero para nosotros es un elemento intransable. Las regiones se sienten abandonadas por el excesivo centralismo. El territorio es diverso y las necesidades sociales y oportunidades de desarrollo también. Pensemos, por ejemplo, en el turismo, una prioridad en nuestro programa donde las oportunidades son regionales y lo que las regiones requieren es apoyo en materia de conectividad física y digital para el emprendimiento.

En el plano económico, nuestro plan plantea rebajar el impuesto efectivo de empresas que se instalen en regiones y establecer una amortización permanente de activos intangibles para fomentar la instalación de empresas de la nueva economía en regiones. Segundo, nunca más una patente de una empresa que funcione en regiones se pagará en Santiago. Tercero, una parte del impuesto de primera categoría de las empresas será manejado por las regiones y también incentivaremos que una parte de la mano de obra de empresas que se instalen en regiones, sea local.

-Ahora es la segunda vuelta para elegir gobernadores en muchas regiones. ¿Es un paso importante en tal descentralización?

-La elección de gobernadores es el puntapié inicial de un proceso en el que debemos ir dotando a los gobernadores de mayores atribuciones, al mismo tiempo que generando las capacidades locales para tener una burocracia de excelencia basada en las competencias de los funcionarios y que no tenga los pecados del cuoteo político que impera en el Estado.

-¿Cómo se manifiesta mayor autonomía y más desarrollo a nivel municipal?

-Es importante, por las mismas razones de la descentralización, ir dando más atribuciones a los municipios quienes juegan un rol central, pero de la mano de más transparencia en el uso de los recursos, en las contrataciones, para evitar el amiguismo y el cuoteo y estableciendo sanciones ejemplares contra la corrupción. Por otra parte, hay que apoyar a los municipios para que sus servicios estén orientados al ciudadano. La gran mayoría de los chilenos dependen del Estado y debemos asegurarles que exista un trato digno y evitar lo que me dicen las personas, que muchas veces se sienten maltratadas por servicios que parecen estar al servicio de funcionarios o políticos, cuando debería ser al revés.

-¿Qué espera de la última parte de este Gobierno y de los meses que vienen para el país?

-El Gobierno tiene el gran desafío de contener la pandemia, seguir avanzando en el exitoso plan de vacunación y velar porque el proceso constituyente se desarrolle en paz y de acuerdo a las reglas que lo definieron y que tuvimos a la vista los millones que concurrimos a votar en el plebiscito y en la elección de constituyentes 100% electos.

Espero además que podamos recuperar la esperanza, el diálogo. Todos debemos poner de nuestra parte. Nuestro país lleva demasiado tiempo paralizado, tironeado por izquierda y derecha, por bloqueos de grupos de interés, y es hora de ir hacia adelante.

briones toma como gran noticia el polémico anuncio presidencial de poner urgencia al matrimonio igualitario.

"Lo que no dicen los políticos que apoyan esta iniciativa (retiro del 100%), por su interés propio, por su popularidad, es que esa plata la vamos a tener que poner todas las personas".

"Es cierto que se habla de descentralización cada cuatro años y después no pasa nada, pero para nosotros es un elemento intransable. Las regiones se sienten abandonadas".