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el día uno de que esto es así. Es el paisaje que hay y uno sabe cuáles son las reglas del juego. Por lo mismo, hay que tratar de hacer lo mejor posible, poner todas las capacidades intelectuales y humanas para que las cosas salgan adelante y bien. A veces uno se equivoca, pero es parte del aprendizaje. Yo no lo asumo con dramatismo, cuando hay cambios de gobierno uno sabe que hay que presentar su carta de renuncia, agradecer e irse dignamente. Los ciclos políticos son así y está bien, hay cambios y la ciudadanía tiene derecho a expresarse.

Eso ocurrió en 2018 ¿Qué pasó en su vida después de su salida?

-Pasaron cosas muy importantes. Tuve a mi hijo Renato, que acaba de cumplir tres años y es lo más importante que me ha pasado en la vida. Hice clases en la carrera de Administración Pública de la Universidad San Sebastián y seguí vinculada a la política, nunca me alejé de ella. Yo no soy militante desde el punto de vista administrativo, pero sí tengo una militancia ideológica más cercana al Partido Socialista desde los 17 años.

¿Cómo llegó a integrar el equipo de Luis Cuvertino y qué rol cumplió?

-Me invitaron a participar antes del estallido social. Me empecé a conectar a todas las reuniones e iba a todo lo que se hacía. De a poco empecé a desempeñar un rol, nunca tuve un cargo, pero empecé a hacer cosas. Yo creo que hay que hacer más que decir. Participé en la creación de su programa y me hice cargo de sus redes sociales. Luego llegué a estar dentro del equipo coordinador de la campaña, todo se fue dando de una manera muy fluida. Con don Luis es un agrado trabajar, estoy muy contenta y me siento muy honrada de que me haya considerado para ser parte del equipo directivo de este Gobierno Regional.

¿Qué fue lo que más la motivó a trabajar por la campaña?

-Me gustan los procesos de cambio y esta es una oportunidad histórica. El proceso de regionalización junto al constituyente son cambios históricos. Cuando mi hijo esté en enseñanza media va a leer en los libros que esto pasó. Es un orgullo poder ser parte activa. Los cambios no son fáciles y no lo serán, incomodan y molestan, pero me gustan. Creo que uno tiene que atreverse a tomar decisiones para mejorar, sobre todo cuando hay tantas expectativas ciudadanas. Eso es una tremenda responsabilidad. Por ejemplo, el tema de la participación ciudadana no lo podemos enfrentar como lo hubiésemos hecho hace tres o cuatro años.

¿Qué labores tendrá que desempeñar en su cargo de administradora regional?

-Es el jefe de los jefes de divisiones. Es el brazo derecho (en este caso le digo a don Luis que el brazo izquierdo) del gobernador regional.

Me va a tocar hacerme cargo de todo el tema administrativo del Gobierno Regional, desde las cosas más domésticas como aprobar los cometidos, vacaciones y feriados, hasta cosas relevantes desde el punto de vista de la toma de decisiones de la política pública regional.

Se requiere tener la casa ordenada para que el gobernador pueda hacer su trabajo tranquilo y dedicar tiempo a la actividad en terreno, a las conversaciones con los consejeros regionales, los alcaldes y los concejales. Vamos a tratar de enfrentarlo con la mayor altura de miras y alegría también. Hay que hacer las cosas responsablemente y con cariño.

¿Cuáles son las prioridades que están definiendo para estos cuatro años?

-Don Luis ha sido bien claro en actuar en cosas que son relevantes, como la idea de conformar una asociación de gobernadores regionales a nivel nacional. Hoy esto ya está empezando a caminar, es muy importante que exista la fuerza política necesaria para ir corriendo el cerco de a poco. Este proceso será difícil porque ceder poder nunca ha estado dentro de nuestra cultura tradicional, al revés. También se buscará potencial el rol que van a tener los municipios y territorios en la coordinación con el Gobierno Regional para la implementación de los proyectos que sean financiados con fondos del FNDR y de la inversión que viene desde los sectores. La vinculación con el territorio y la participación ciudadana es relevante, don Luis ha planteado la propuesta de que exista un observatorio ciudadano, académico y compuesto con personas de la sociedad civil que esté en constante control de la implementación de las políticas públicas regionales. Es necesario medir el impacto real de lo que se hace para corregir y ver dónde están los nudos. Hay varios temas que quedaron planteados en el programa, como el nuevo trato con el mundo indígena, una política regional de cambio climático y medioambiente, las políticas de género y de infancia, que ocuparán un lugar importante.

¿Cree que actualmente está claro y normado el trabajo que tendrá que realizar el gobernador regional?

-No está completamente definido. Hay proyectos de ley en el Congreso que son muy relevantes. Salió una ley de traspaso de competencias que tenía muchas falencias y hubo que hacer una ley corta para poder arreglarla. Está el proyecto de ley de descentralización financiera, que también ha tenido bastantes críticas porque a mi juicio de descentralización tiene el puro título, apunta a más intermediadores agregando más pasos a procesos que ya son engorrosos. Hay varias cosas que se están definiendo, por eso me atrevería a decir que a los primeros gobernadores les tocará un período de instalación, de creación de nuevas divisiones, de definiciones de nuevas competencias y de evaluación de la capacidad que vamos a tener para hacernos cargo de esas competencias. Eso requiere de recursos humanos y físicos, del sostén mínimo para que no sea letra muerta. Eso lo hace más interesante, porque uno tiene la posibilidad de incidir desde el origen y eso se da pocas veces en la vida.