Fernández-Liewald: la historia del oro en el Mundial de Remo Sub-23
TRABAJO. Los bogadores que entregaron el segundo título mundial al remo valdiviano, junto al entrenador Augusto Grandjean, revivieron el proceso que los coronó en las aguas del río Elba.
Fecha: 22 de septiembre de 2002, Mundial Absoluto de Remo, río Guadalquivir (Sevilla, España), bote dos sin timonel peso ligero, protagonistas: Miguel Cerda y Cristian Yantani. Fecha: 10 de julio de 2021, Mundial Sub-23 de Remo, río Elba (Racice, República Checa), bote dos sin timonel peso ligero, protagonistas: Manuel Fernández y Roberto Liewald.
Prácticamente 19 años después, el remo valdiviano alcanzó su segundo título mundial, correspondiente al tercer cetro planetario de la boga nacional. El otro es el alcanzado por las hermanas penquistas Melita y Antonia Abraham en el 2- femenino del Mundial Sub-23 de 2017 en Plodvid, Bulgaria.
De regreso en Valdivia, los flamantes campeones mundiales Liewald (22 años) y Fernández (19), dos muchachos que representan la función formativa de los clubes Phoenix y Arturo Prat, y que se caracterizan por la humildad, sacrificio y perseverancia propia de los remeros del Calle Calle, analizaron el trabajo que los llevó a la medalla de oro en la pista olímpica de 2 mil metros del Centro Internacional de Remo y Piragüismo de Racice. Junto a ellos, el entrenador Augusto Grandjean, quien fue el técnico tras la medalla de Cerda y Yantani en Sevilla 2002 y que esta vez también estuvo junto a Fernández y Liewald.
¿Cómo fue el camino hacia el oro mundial? Una preparación bajo pandemia llena de restricciones y cambios para adaptarse a la contingencia sanitaria.
En octubre del año pasado, Roberto Liewald estaba sin compañero para los futuros desafíos del bote 2- ligero. Se realizó una serie de selectivos internos y el buen rendimiento de Fernández llevó al cuerpo técnico nacional liderado por Bienvenido Front a "subirlo" al bote. En un comienzo -recuerda Liewald- el objetivo era ver el funcionamiento de la tripulación, pero una nueva cuarentena obligó a continuar las prácticas en sus casas, con la posibilidad de ir al Campeonato Sudamericano, que luego fue suspendido. Entonces asomó el Mundial Sub-23.
Decisiones
El trabajo técnico de la Federación Chilena de Remo -que dirige el head coach español Bienvenido Front- no considera entrenadores fijos por botes o categorías, sino que existen rotaciones.
Así, en febrero de este año Front entregó a Augusto Grandjean -ex bogador y entrenador histórico del Phoenix- la responsabilidad de trabajar inicialmente con los juveniles y Sub-23, pero más tarde Grandjean siguió solamente con los Sub-23 y Felipe Recart asumió con los juveniles.
Un nuevo paso fue la decisión de que Grandjean y Javier Godoy se quedaran con el grupo que iría al Prepanamericano.
La selección se concentró en Curauma (Valparaíso), donde tuvo que cumplir cuarentena y trabajó con un sistema de burbuja sanitaria.
"Realizada la cuarentena y un día antes de viajar al Prepanamericano, se tomó la decisión de no asistir, ya que no había botes, económicamente era muy caro y demasiado el riesgo sanitario", recuerda el entrenador.
El 5 de mayo pasado Manuel Fernández y Roberto Liewald estaban de regreso en Valdivia, siempre con el Mundial Sub-23 como objetivo. Bajo la atenta mirada del entrenador, la dupla trabajó en doble jornada: desde las 6.30 a 8.15 de la mañana con remo orientado hacia la velocidad y resistencia, aprovechando las características del río. En la tarde era el turno de las pesas.
El 26 de mayo estaban de regreso en Curauma, a la espera de la próxima estación: el Centro Especializado de Tecnificación Deportiva de Remo, en Banyoles (Cataluña, España), donde el head coach Bienvenido Font también trabajaba con el bote que iría a los Juegos Olímpicos: el doble par de César Abaroa y Eber Sanhueza.