Comenzó la carrera electoral para el proceso que se vivirá el 21 de noviembre. A nivel nacional fueron inscritas nueve candidaturas a la Presidencia de la República y, con seguridad, esa será la contienda política que mayor interés concite en la opinión pública, dada la trascendencia de ese cargo, más todavía en el actual momento que vive Chile.

Además de esa definición, habrá procesos muy importantes que seguir porque delinearán el contexto en el cual el próximo gobierno se desempeñará. Consejeros Regionales (cores) y Parlamentarios tendrán papel claves en distribución de recursos, descentralización, nueva institucionalidad, entre otros desafíos.

Los cores que ganen, integrarán los primeros Consejos Regionales que trabajarán junto a los recién electos Gobernadores Regionales (ahora se vive un plazo excepcional de continuidad del sistema anterior). En Los Ríos deben definirse 14 puestos y la lista de postulantes es integrada por 105 personas; incluyendo a trece de los actuales. La cantidad es muy alta. Tanto que fácilmente podría confundir a la comunidad, más todavía sabiendo que ese rol -pese a la importancia que tiene en la marcha de un territorio- es uno de los menos conocidos a nivel ciudadano.

Por otra parte, los congresistas completarán ahora el cambio hacia el nuevo sistema binominal vigente desde 2015. En la región este último punto es importante, pues pasará de tener dos senadores, a tres. Para ese cargo habrá una competencia entre 17 postulantes, incluyendo a los actuales en ejercicio que van a reelección (Von Baer y De Urresti) y a un diputado (Flores) que busca cambiar de Cámara en el Congreso.

Los diputados representantes locales son cinco y hay 25 candidatos. Entre ellos se cuenta a cuatro de los actuales (Berger, Rosas, Von Mühlenbrock, Ilabaca), además de varios "rostros" fichados por los partidos políticos entre ex seremis, deportistas, académicos, líderes sociales y del mundo de la cultura.

En total, habrá papeletas con 147 opciones para 22 puestos en la zona. Por lo mismo, el desafío de posicionar propuestas será muy fuerte. Es de esperar que esa necesidad comunicativa se exprese en el marco del respeto y la altura de miras suficiente para pensar en el bien colectivo. Las peleas pequeñas hacen mal y socavan confianzas. Siempre.

Para asegurar la calidad de la educación universitaria, la nueva Ley de Educación Superior 21.091 aumenta los requerimientos respecto a la obligatoriedad de la acreditación institucional creando una nueva dimensión: aseguramiento interno de la calidad, de la misma forma se presenta la obligatoriedad de someterse al proceso de acreditación a las carreras de Pedagogía, Odontología, Medicina y programas de Doctorado, además, de la provisión de información pública para quien lo requiera. Será la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) quien defina las nuevas exigencias de acreditación. ¿Pero qué significa estar acreditado? Significa que aquellas instituciones que acreditan todos los criterios y obtienen mayor cantidad de años, son de mayor calidad. A mayor solidez de los mecanismos de aseguramiento de calidad, mejores resultados. Cabe reflexionar si este mecanismo incluirá estándares de equidad, ya que la infraestructura, calidad de estudiantes y territorialidad influyen en el resultado final, así como la disponibilidad de información confiable. Esto hizo que las Universidades refuercen sus propios sistemas de aseguramiento interno, externo, y modelos de gestión para dar adecuado seguimiento a los criterios/estándares que serían evaluados.

Si bien las reformas significan un avance, aún se requiere profundizar en criterios y estándares que además de garantizar calidad, respeten las particularidades de cada institución. La CNA ha escuchado las inquietudes de las instituciones, reformulando algunos de los criterios y estándares propuestos.

En la Universidad Austral de Chile, la formación de Especialistas Médicos ha crecido en respuesta a los requerimientos territoriales y del Minsal. Sin embargo, mantener la calidad en la formación es un enorme desafío, con campos clínicos limitados y equipos académicos pequeños, sobre todo, con la demanda nacional frente al déficit de ciertos especialistas. Nuestra Universidad opta por equilibrar la oferta con las capacidades para mantener la calidad formativa que se nos reconoce, esperando que la CNA considere las opiniones de las Universidades, para que, con un trabajo conjunto, abierto, transparente y empático entre quienes acompañan este proceso y quienes lo recorren, se construya un sistema de aseguramiento de la calidad común, inclusivo, dinámico y progresivo que nos lleve a la excelencia a nivel país.

Pamela Ehrenfeld

Directora de Escuela de Graduados Facultad de Medicina Uach