Entre las múltiples situaciones que la pandemia dejó al descubierto, se cuenta con especial énfasis la de falta de profesionales de salud en todos los niveles de atención, tanto públicos como privados. Médicos, enfermeras, paramédicos, auxiliares se han hecho pocos durante estos meses y llevado al límite sus capacidades laborales: sin descansos, ni vacaciones; turnos largos; licencias por enfermedades físicas y salud mental disminuida; lejanía de sus familias por prevención.

Y ellos no han parado. Si bien es cierto la vacunación ha llegado a un 96% de la meta regional y que los casos de covid-19 disminuyeron (hasta ayer había informados solamente 35 activos en Los Ríos), en hospitales y consultorios se ha debido retomar las atenciones pendientes por otras patologías y que se acumularon desde marzo de 2020, exigiendo al máximo a los equipos de salud.

Así lo expusieron dirigentes de los diferentes gremios, en el reportaje publicado este domingo por Diario Austral, a través del cual alertaron por la sobredemanda de trabajo y enfatizaron en un punto no menor: con el posible término del estado de excepción que hay en el país -vence el 30 de septiembre- disminuirán todavía más los recursos y se terminarán los contratos de los pocos reemplazantes que fueron incorporados a los servicios debido a la crisis sanitaria. Es decir, habrá que poner al día listas de espera y tratamientos postergados, pero con menos personal.

Otro punto que preocupa a los profesionales del área son los posibles rebrotes de contagios. Advierten que las flexibilizaciones de las medidas de restricción de movilidad pueden dar una sensación de falsa seguridad hacia la ciudadanía y llevar a las personas a relajar prevenciones, usando menos mascarillas, traspasando límites de aforo, lavándose menos las manos y trasladándose con menos precaución cada vez.

"Pero la pandemia no ha terminado", recalcan y miran con inquietud los casos de variante Delta, detectados en Valdivia, Mariquina y Panguipulli, con un total de 42 afectados a la fecha.

El llamado de los trabajadores es a la conciencia comunitaria, a mantener las responsabilidades colectivas.Es de esperar que sean escuchados.

El municipio es la primera institución del Estado de Chile que llega a la sociedad, dado su carácter local, autónomo y descentralizado, abordando una multiplicidad de realidades con las herramientas que contempla la ley orgánica constitucional de municipalidades.

Si bien el accionar municipal es complejo y variado, la operación básica de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) es bajar, coordinar y desplegar la oferta pública dedicada a superar las brechas que impiden aumentar la calidad de vida de la comunidad, sea ésta organizada, grupos no formales y personas que requieren del Estado para sobrellevar realidades adversas. Como también, debe desarrollar programas propios a la acción municipal.

La clave de esta administración es pensar en la Municipalidad como la gran institución que fomenta en la comuna la consolidación de la sociedad civil, y que es capaz de garantizar derechos de sus habitantes, por lo tanto, la Dideco pasa a ser la herramienta que se implica de forma activa y colaborativa en el territorio, tomando parte de todas aquellas acciones que fomenten la recomposición del tejido social, es decir, una dirección que capitaliza a la vida de la comunidad, articulando actores, políticas públicas y que permite la emergencia de nuevos actores, enriqueciendo la vida pública de la sociedad valdiviana.

El sello diferenciador estará entonces, en el método con el que se busca la recapitalización e institucionalización de la vida pública: a través de la participación ciudadana efectiva en la mayor cantidad de espacios posibles. Las instituciones están al servicio de la comunidad y, por lo tanto, se hace vital abrir todos los espacios que sean necesarios para crear un municipio abierto a las consultas, sugerencias, alertas, etc., como también promover instancias de participación en su propia gestión, para que las acciones que se realicen tengan sentido, coherencia y cohesión con las necesidades de nuestras vecinas y vecinos.

El desafío consiste en no solo introducir mecanismos participativos, sino en ampliar de manera consistente los espacios de intervención de la ciudadanía en la construcción de lo público.

Aquello que anteriormente estaba confiado solo a los funcionarios municipales se amplía hacia la esfera de la ciudadanía.

Rodrigo Baeza

Director de Desarrollo Comunitario (Dideco) Municipalidad de Valdivia