28º FICValdivia renueva votos con cine para público infantil y juvenil
SELECCIÓN. Programadoras de competencia de cortometraje y largometraje explican cómo es el proceso de selección de las obras y el desafío de incentivar la realización audiovisual entre las nuevas generaciones.
Natalia es lesbiana y aunque viene de una familia liberal, la rechazan por su decisión. Su historia está en el largometraje "Dopamina", de Natalia Imery.
Clara nunca ha participado en una fiesta de cumpleaños, por eso su imaginación se comienza a desbordar cuando le llega una inesperada invitación. Su historia está en el cortometraje "Clara de huevo", de Sol Infante y Andrea Treszczan.
Ambos personajes protagonizan dos de los 12 filmes elegidos para las competencias con las que el Festival Internacional de Cine de Valdivia apunta a las audiencias en formación.
Se trata de las categorías de Largometraje Juvenil Internacional y Cortometraje Infantil Latinoamericano. Con ellas se ha permitido diversificar la competencia por el premio Pudú y reforzar la apreciación de relatos aparentemente sencillos, llevados al cine de manera independiente.
Para articular las secciones se cuenta con el trabajo de dos programadoras encargadas de buscar por el mundo, lo más reciente y adecuado de ser mostrado en las pantallas del FICValdivia.
El proceso
La directora de cine de animación Vivienne Barry es la responsable de escoger las películas infantiles. Su labor comienza aproximadamente en abril de cada año.
Mientras el festival abre su convocatoria para la inscripción de películas que luego entrarán en competencia, ella se pone al día para saber qué es lo más reciente que está circulando en otros certámenes. "Quienes tenemos esta labor, compartimos los mismos criterios a la hora de hacer una selección. Por eso es casi imposible que se nos recomienden cosas inapropiadas. En Europa existe mucha producción cinematográfica infantil, cosa que en Chile no ocurre, por eso es importante que podamos contar con una vitrina como la que ofrece Valdivia, para que se puedan ver las historias filmadas en otras latitudes", explica.
Para Barry es igualmente importante que los niños vean cine y que también sean los niños los evaluadores de las obras. A diferencia de años anteriores en que el cortometraje ganador era por votación popular en sala, en 2021 se creó un jurado infantil que lo integran los estudiantes valdivianos Renata Chacón (8° Básico del Liceo Bicentenario), Amalia García (8° Básico del Colegio Laico) y Lucas Sandoval (5° Básico del Colegio Bicentenario de Música Juan Sebastian Bach).
"Esta nueva labor no se debe entender como hacerle barra a las películas según el país de donde vienen, sino que más bien se trata de formar a quienes pueden ver las películas con una mirada crítica, entendiendo elementos técnicos y artístico. Eso es muy enriquecedor, ya que además son conocimientos que luego pueden transmitir a su familias y amigos", aclara Barry.
Además de "Clara de huevo", en la selección de Cortometraje Infantil Latinoamericano están: "El árbol ya fue plantado", de Irene Blei; "La vertiente", de Carlos Trioni; "OM", de Gabriela Fernández; "La caja de mis memorias", de Camila Ortega; y "Mi papá azul", de Catalina Etcheverry.