Suben precios de los arriendos
Valdivia es una de las ciudades que más ha incrementado el costo para rentar casas en la zona sur, durante el último año. Estudios del sitio Portalinmobiliario detectaron 14,3% de alza en los arriendos y 49% de reducción en la oferta de viviendas con ese objetivo en la ciudad de Valdivia.
Muchas voces advierten sobre el encarecimiento que se está experimentando en el país en los créditos hipotecarios y el alejamiento que eso significa para los planes de compra de vivienda, sobre todo para familias de sectores socioeconómicos medios.
Esta realidad se ha agudizado con los efectos distintos que ha tenido la pandemia -y las medidas tomadas frente a ella- para la economía nacional. Sin embargo, no hay que olvidar que ya a principios de 2020 (analizando antecedentes de Casen) el Banco Central señalaba que el porcentaje de hogares chilenos que arrienda su vivienda subió de un 17% en 2003 hasta un 22% en 2017. Es decir, menos propietarios.
La demanda por arriendo se ha notado en Los Ríos y Valdivia en los últimos dos años. Eso ha generado restricción de la oferta (se ocupan las casas disponibles) y un encarecimiento de las rentas (se cobra más por las pocas que quedan). De acuerdo a informes del sitio portalinmobiliario.com, los costos de arrendar en la capital regional se han incrementado en un 14,3% y la oferta ha bajado en un 49%, en los últimos doce meses, lo cual se podría atribuir a que muchas personas de otras zonas del país se trasladaron a la zona para vivir y realizar teletrabajo. El mismo sitio señala que los costos para comprar departamentos han subido 13,1%.
No es un escenario favorable. Pero tampoco lo era antes de la crisis sanitaria. O sea, no se podría atribuir a la pandemia todo el problema actual.
En 2019 la Cámara Chilena de la Construcción advirtió un déficit de 12 mil 195 viviendas en la región y también indicó que el 52% de las familias del país y de esta zona no reunía las condiciones mínimas (ahorro, bajo nivel de deuda, sueldo suficiente) para acceder a un crédito hipotecario de hasta 1500 UF. Eso implicaba que comprar una casa era en ese momento -y es actualmente, con claridad- más difícil que hace 15 años: en 2004 una familia necesitaba 8,8 años de ingresos para optar a ser propietario; mientras que ahora (2019 y 2021) necesita 16 años.
Así, y mientras estas dinámicas se generan en torno al mercado, no resulta extraño pensar que la satisfacción de necesidades como viviendas sociales pueda verse afectada. Y eso, no es bueno.