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Se lo comentó al también fotógrafo y realizador audiovisual Claudio Albarrán y se pusieron manos a la obra sin tener idea de cómo materializar el proyecto.

"Estábamos resolviendo temas profesionales y familiares, llegamos sin nada. En un momento estábamos en un café y de pronto vi un libro donde salían fotografías y el nombre de Carlos Fischer. Me conseguí su número de teléfono, lo llamé y esa misma tarde nos visitó en nuestra casa y logramos enganchar inmediatamente con nuestros temas en común. El segundo paso fue conocer a Anna da Sacco, que la ubicábamos por Instagram. Después de esos encuentros nos dimos cuenta de que el equipo para el festival se habría armado solo y que ahora solo teníamos que postularlo a los fondos de cultura", dice.

El FIFVal debutó el viernes 18 de octubre de 2019, en horas previas al estallido social en Valdivia. Tras las manifestaciones públicas y los desmanes, el evento tuvo que modificar su agenda de charlas y exposiciones. El de aquel entonces fue un festival financiado por el Fondart Nacional con un equipo integrado por Carlos Fischer (director general), Anna da Sacco (productora artística, curadora), Carolina Candia (directora artística, curadora) y Claudio Albarrán (productor general).

¿Cree que a la fotografía le faltaba una vitrina mayor, tal y como la tienen el cine y la música en Valdivia con sus festivales?

- Nos interesa mucho la mediación artística y poner en valor la fotografía de autor, que es aquella que está más ligada a las artes visuales. Históricamente lo que más se reconoce es la fotografía como documento, como registro histórico y social, lo cual es sumamente importante, pero no hay que desconocer que tuvo que recorrer un largo camino para ser aceptada en el mundo del arte. Ese fue uno de los temas que discutimos durante la planificación del primer festival.

¿Y qué descubrieron?

- En 2019 hicimos una convocatoria a fotógrafos regionales para saber qué es lo que se estaba haciendo acá. Nos sorprendió mucho el alto interés que tuvo el llamado. Pudimos conocer distintos trabajos muy interesantes principalmente de gente joven de la Universidad Austral que justamente estaba buscando formas de sacar adelante sus proyectos. El festival entonces se volvió un aporte concreto para hacer circular las obras y permitir el intercambio de experiencias con conversatorios y encuentros. Algo que se instaló fue precisamente abordar los procesos creativos y dejar de lado la imagen aquella del artista genio, que es medio lejano y que nunca se sabe cómo hace sus obras.

Reencuentro

Al igual que en su debut, el FIFVal fue postulado nuevamente con éxito al Fondart Nacional para una segunda versión en 2021 que comenzará el próximo jueves 11 de noviembre. Estará marcado por el paulatino regreso del público a las salas en medio de la crisis sanitaria por coronavirus.

Habrá cuatro espacios habilitados para exposiciones y conversatorios.

¿Cómo se pretende formar audiencias?

- A través de la mediación y en este caso a través del trabajo que se realizará con Galería Barrios Bajos con escolares de Corral. También tenemos a Galería Callejera, proyecto de Pablo Rojas, que es un camión habilitado especialmente para itinerar exposiciones. El recorrido lo coordinamos junto a Dideco de la Municipalidad de Valdivia con la idea de descentralizar y mostrar obras en lugares donde usualmente no llegan. Con todas estas estrategias vamos generando audiencias y estamos acortando el puente entre la obra y el público. Queremos que la gente pueda apreciar lo meramente estético de la fotografía, pero también todo lo que hay detrás: el relato, los cuestionamientos, la posición del autor.

¿Qué expectativas le produce la oportunidad de volver a la presencialidad gracias a un evento cultural?

- Estamos muy emocionados y nerviosos. Tenemos todo bajo control en relación a las medidas sanitarias y los aforos para cada sala. Todos los espacios son bastante amplios y eso nos brinda seguridad. Tenemos muchas ganas de este esperado reencuentro y diálogo que produce la fotografía. Nuestro festival es una invitación a cuestionarnos, a enfrentar las preguntas que afloran de la observación artística y de cómo uno responde esas preguntas en la creación. La educación y el conocimiento son fundamentales para tener una sociedad mucho más crítica y con más conciencia.

En memoria

Tras confirmarse la adjudicación de los recursos provenientes del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, la planificación del presente FIFVal se vio interrumpida por la inesperada muerte de Carlos Fischer en marzo pasado, lo que obligó a cambiar los roles en el equipo.

Esta vez Carolina Candia asumió la dirección general y se decidió rendir homenaje al fotógrafo con una exposición y un premio nacional que lleva su nombre. También debió reemplazarlo como profesora en sus clases en la Escuela de Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Austral de Chile.

¿Qué tan fundamental fue Carlos Fischer para el FIFVal?

- Le debe muchísimo. Carlos es un tremendo referente en la fotografía regional y además fue un gran director del festival. Era muy querido, muy valorado y estaba muy validado también por la comunidad. Mi labor actual en la dirección ha tenido mucho que ver con seguir por su camino. Recuperar sus contactos y resolver temas prácticos en la producción del evento. Cuando hablamos en nombre de Carlos y del festival, siempre recibimos de vuelta mucha preocupación y mucho apoyo. Fue muy dura la pérdida.

Entre los atractivos que considera el Festival Internacional de Fotografía de Valdivia está la exposición "Lo guardaré conmigo". En los salones de la Casa Prochelle Uno se podrá ver por primera vez imágenes tomadas por Fischer que permanecían en su archivo personal hasta ahora. La inauguración será el jueves 11 a las 18 horas.

¿Cómo fue el rescate de aquella colección?

- A su trabajo tuve un primer acercamiento cuando nos conocimos la primera vez. Le pedí que me mostrara sus fotografías porque él no era vanidoso ni mucho menos le gustaba exponer tanto lo que hacía. Tras su muerte claramente que nos hizo sentido el homenaje. Tuvimos acceso a un tremendo archivo análogo que hubo que escanear y nos encontramos con un tipo de fotografía que hacía Carlos que era muy sorprendente. Corresponde a registros hechos en torno a su vida cotidiana y familiar, también hay cosas muy surreales y muy fascinantes. Son todo lo contrario a lo más 'clásico' de su fotografía que alguna vez mostró en vida. Lo bello de esta exposición es que son fotos inéditas. Es fundamental para Valdivia poder tener una muestra que es el reflejo de cuarenta años de labor de alguien que vivió en la ciudad.

El concepto curatorial

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Para el segundo FIFVal se escogió "Memoria & fuego", como conceptos centrales para la postulación y selección de obras para las exposiciones y conversatorios. Además se convocó un concurso para entregar el Premio Carlos Fischer, cuya ganadora fue Verónica Garay con la serie "Manifiesto de desarraigo". La obra se podrá ver en los salones de la Casa Prochelle Uno. Durante el festival también se realizará un laboratorio de fotolibros y un workshop con el Colectivo Las Niñas y otro de producción fotográfica. El equipo organizador que encabeza Carolina Candia lo completan: Anna da Sacco (directora arrtística y curadora), Claudio Albarrán (productor general), Felipe Muñoz (periodista), Javi Figueroa (diseñadora integral), Jorge Vargas (fotógrafo) y Eric Allende (fotógrafo).