Alertas frente a los incendios forestales
Conaf informó que este año han registrado 10 siniestros, que destruyeron casi seis hectáreas. Son 3 hechos más que en 2020 En Chile, provocar un incendio forestal, ya sea por negligencia o intencionalidad, es un delito y puede tener una sanción penal de hasta 20 años de cárcel.
Las cifras de incendios forestales registradas hasta hoy en Los Ríos debieran comenzar a inquietar y a multiplicar las actividades de prevención. Desde la Corporación Nacional Forestal (Conaf) informaron que a la fecha se han registrado 10 siniestros de este tipo en la región, tres más que en el mismo período de la temporada pasada (2020-2021) y ese número podría subir en los próximos días, en los cuales se conjugan calor y falta de precipitaciones.
Lamentablemente a esas condiciones naturales se suma también la presencia humana, que aumenta luego del levantamiento de restricciones de movilidad.
Recordemos que más del 90 por ciento de este tipo de eventos tiene origen antrópico, ya sea de manera intencional -con el objetivo expreso de causar daños- o de forma casual, por descuido al apagar fogatas, tirar colillas de cigarrillos, mal manejo de residuos y otras acciones perfectamente evitables.
¿De qué manera se puede enfrentar este tipo de situaciones? Tomar precauciones es clave. Toda la comunidad debe evitar conductas riesgosas como las descritas y también denunciar acciones sospechosas (el número 130 funciona permanentemente), para que se pueda intervenir a tiempo. Por otra parte, desde Conaf recomiendan especial cuidado a quienes viven en "zonas de interfaz"; es decir, cercanas a bosques y a gran cantidad de vegetación. Ellos deben proteger sus casas limpiando las cercanías para sacar material combustible (hojas, palos, pasto) o desechos; como también mantener siempre conectividad o agua almacenada para una primera reacción en caso de emergencia.
Por otra parte se debe recordar que en Chile provocar un incendio forestal, por negligencia o intención, es un delito sancionado por la Ley 20.283, el cual puede tener una pena de hasta 20 años de cárcel.
Ciertamente, lo mejor siempre es generar conciencia y no llegar a las sanciones. Cuando se debe recurrir a ellas es porque el daño causado es mayor y porque todo lo demás falló: educación, colaboración comunitaria y reacciones tempranas. Nada bueno. Por lo mismo -y antes de lamentar- hay que hablar del tema y comprometer voluntades para evitar tragedias, la pérdida de hectáreas naturales y el efecto irreparable que el fuego causa a las especies nativas y la fauna endémica.