Aunque hay gran expectación por la jornada de hoy; también persisten dudas respecto de la participación ciudadana, que ha venido disminuyendo paulatinamente desde 2013 y que en plebiscito de 2020 bordeó el 50% a nivel nacional, histórico en la era del voto voluntario, pero lejos de los índices registrados en años previos a esa disposición.

Lo anterior no implica que regresar a un sufragio obligatorio y olvidar los profusos llamados a la libertad que se hicieron para derogarlo en 2012 (Ley Nº 20.568), sea la respuesta más acertada. Pero los datos dejan en evidencia la necesidad de reforzar conciencia cívica. En la región, por ejemplo, el descenso de asistencia se ha hecho continuo y en el mencionado proceso de octubre de 2020 llegó a un 45%; mientras que en el de mayo pasado, a 41%; aunque se cuenta con más de 353 mil personas habilitadas para sufragar (Ver Reportajes, páginas 4-5).

Por otra parte, y además de la urgencia de educar, es importante revisar por qué el interés de la gente disminuye. Factores como la falta de confianza en las instituciones, la distancia de quienes toman decisiones, las tristes polémicas que rodean con frecuencia a los que ejercen el poder; pueden combinarse a la hora de optar entre el esfuerzo de ir a las urnas o privilegiar actividades o deberes diferentes.

También -y no menor- la falta de mecanismos distintos para ejercer el voto (electrónicos, correo, fecha diferida) puede jugar en contra; en especial entre ciudadanos impedidos por distancias, trabajo, cuidado de terceros; o incluso para los más jóvenes, para quienes la "fiesta del encuentro" en torno al proceso electoral no reúne los mismos significados que para las generaciones mayores.

Estas reflexiones son previas. Es de esperar que hoy se produzca la buena noticia de masiva presencia tanto en 97 locales de Los Ríos como en los instalados en el resto del país. ¿Y por qué esa sería una información positiva? Porque está en la base de la democracia que la representatividad de los elegidos es mayor, en la medida que crece la cantidad de electores interesados en entregarles su apoyo. Y en que eso debiera implicar el mandato para un buen desempeño posterior de quien resulte ganador o ganadora del puesto al que aspira.

Una muy distinta y enrarecida primavera se vive este año en el sector Las Quemas - Mulpún, comuna de Máfil. En cualquier otro año la preocupación habría sido preparar y conservar forraje para tener la mejor alimentación invernal posible para los animales, revisar las siembras y preparar los equipos para la cosecha y un sin número de labores propias del campo; sin embargo, este año eso, tan vital para la actividad agrícola, ha quedado en segundo plano y ha dejado de ser la principal preocupación de los agricultores, colaboradores y vecinos.

Desde el 2 de octubre, cuando se vivió la violenta usurpación de un predio del sector, han seguido ocurriendo graves hechos delictuales, en un inicio el abigeato, a un nivel sin precedente en el lugar.

Luego de eso ocurrió el ingreso a la fuerza de animales a parcelas de los vecinos, con el correspondiente hurto de forraje y después, la quema intencional de casas y galpones.

Hoy los vecinos no se atreven a circular por la ruta T389, producto del constante bloqueo del camino, miguelitos y amedrentamiento a quienes circulan por dicho trazado.

Los habitantes han tenido que buscar rutas alternativas para poder acceder a sus trabajos u hogares.

El furgón de transporte escolar, tan necesario para el acceso de los niños y niñas a la escuela, se ha visto imposibilitado de realizar su recorrido ante el peligro de sufrir, el conductor o los niños, alguna agresión.

El equipo de Salud Rural suspendió su visita mensual, vital para el acceso a salud y medicamentos, principalmente para las personas de menor movilidad.

Hoy son permanentemente amenazados y hostigados los agricultores y colaboradores, incluso los prestadores de servicio que realizan las funciones de ensilaje. La paz del campo se ha transformado en terror e inseguridad.

Como habitantes de la Región De Los Ríos creemos que no podemos permitir que se normalicen estos graves hechos de violencia y terror.

Debemos unirnos como sociedad para enfrentar la delincuencia y terrorismo, para mantener la seguridad de los niños, trabajadores, vecinos, agricultores y de todos quienes habiten o circulen libremente por nuestra región.

Andrés Cox Leixelard

Directo Saval F.G