La tareas que vienen para 2022
Mirar el calendario y revisar escenarios posibles, permite dimensionar los desafíos que el nuevo año propone a la comunidad. Se requiere de actores públicos y privados, conscientes frente a la reactivación, la estabilidad social y la restauración de las confianzas cívicas..
Múltiples son las tareas que trae 2022 para el país y Los Ríos. Asumirlas requiere colaboración de actores públicos y privados, conscientes frente a desafíos como la reactivación, la estabilidad social y la restauración de las confianzas cívicas.
Para mirar algunas de ellas, se puede desglosar el calendario. Entre enero y marzo, por ejemplo, cosechas y turismo demandan atención. La primera enfrenta una profunda escasez de mano de obra, que necesita apoyo como incentivos al empleo y difusión de oportunidades. La segunda, se ve bien aspectada por los viajeros nacionales, pero no debe ceder a la tentación de la masividad y descuidar la calidad del servicio, u olvidar prevención frente a la pandemia.
El inicio académico (marzo, abril) traerá de vuelta las clases presenciales e híbridas. La llegada de universitarios activará la microeconomía valdiviana, mientras que la apertura de centros de formación en Panguipulli, Paillaco, La Unión y Futrono, multiplicará opciones educacionales.
En lo político, serán días marcados por una nueva administración presidencial y nombramiento de autoridades, que tendrán en la región algunas tareas pendientes esperando su ejecución. Con ello, los meses de otoño demandarán preocupación por proyectos en etapas diversas: desmunicipalización, Cau Cau, hospitales concesionados, viviendas sociales, relicitación de la Ruta 5 (acceso a Valdivia, peajes), puentes, túnel subfluvial, Archivo Regional, conectividad entre comunas, puesta en marcha de planes contra el cambio climático, entre otras.
En septiembre se efectuará el Plebiscito de Salida para la nueva Constitución y las definiciones que ella traiga respecto de descentralización serán claves para la administración de las regiones. Por lo mismo, todo el año debe incluir constante difusión de la discusión constitucional, porque de ello depende el futuro nacional. Sin dudas, ese punto histórico, marcará también el devenir del cierre del presente año.
Los escenarios descritos pueden materializarse o no. Que lo hagan -o cómo- dependerá de la capacidad de las decisiones que tomen las personas protagonistas. Y es de esperar que ellas se inspiren en el bien común, como principal objetivo.