"Esperamos un regreso presencial, pero también preparamos otras opciones..."
TRAYECTORIA. Hace 28 años trabaja en el colegio que ahora dirige. Desde esa experiencia, analiza los desafíos de la educación en pandemia.
Durante toda su vida laboral, Ximena Carrera Araya se ha dedicado a enseñar. Al titularse de educadora de párvulos en la Universidad Austral de Chile, ingresó como funcionaria del Instituto Inmaculada Concepción de Valdivia y el 1 de marzo de 2021, veintisiete años después, asumió como directora del establecimiento, luego de ocupar cargos como inspectora de ciclo e inspectora general.
Desde esa experiencia analiza su labor actual y los desafíos que ha planteado la pandemia para la enseñanza en general y para su colegio en particular, que tiene un sello religioso importante.
"Ahora tenemos, entre otras, la meta de normalizar las actividades pastorales, que para nosotros son importantes, son el eje de nuestra tarea, que están dentro de nuestro proyecto educativo institucional", cuenta.
EL ESTABLECIMIENTO
A lo largo de su trayectoria, ¿cómo ha visto la evolución del establecimiento?
-Ha sido un desafío constante. Éramos un colegio solo de niñas, con cursos bastante pequeños, con 28-30 estudiantes por curso en su momento, cuando éramos particulares. Después pasamos a ser subvencionados, ahí nuestra matricula aumentó y también tuvimos el cambio de recibir varones, en 1998, lo que implicó un cambio importante en todo, en los patios, los juegos, de jugar a la ronda pasamos a los partidos de fútbol. Por lo tanto, hubo que hacer un cambio estructural en el colegio, redistribuyendo los espacios físicos y nosotros como funcionarios también cambiar el chip de niñas a mixto, pero fue un lindo desafío, no nos podemos quejar, porque ha sido aprendizaje para todos.
¿Cómo fue el trabajo de adaptación que se realizó durante la pandemia en el establecimiento?
-Fue desafiante. Nos despedimos un viernes hasta el lunes y ese lunes demoró casi un año y medio en llegar a ejecutarse. Había que darle solución instantánea, todos teníamos habilidades básicas en tecnología, pero el cambio de necesidad fue súper rápido. Los profesores lo asumieron comprometidamente, se realizaron capacitaciones para el tema del zoom, de classroom y rápidamente, en menos de dos semanas, ya estábamos trabajando virtualmente.