Cabañas Pumantú
Acudimos a usted para expresar nuestra tremenda preocupación por la decisión de la Universidad Austral de Chile, propietaria del recinto "Cabañas Pumantú", ubicado a pasos del Campus Miraflores, de poner fin, sin estipular ninguna causal, a los contratos de arriendo indefinido que sostenía con cerca de 40 familias, habitantes de dichas cabañas, . La gran mayoría llevamos menos de dos años arrendando y se nos pide, de acuerdo a la ley de arriendos, hacer entrega de la casa en la que vivimos entre febrero y marzo del 2022.
La decisión tomada por la Universidad Austral de Chile, en pleno período de pandemia, constituye un problema social estructural, que trae como consecuencia el desalojo y abandono de familias completas en un período del año donde es virtualmente imposible encontrar arriendo de año corrido en Valdivia, ciudad turística y universitaria.
La comunidad residente cuenta con un alto número de trabajadores y profesionales valdivianos, entre los cuales varios somos estudiantes, profesores, exalumnos y exalumnas de la Universidad Austral de Chile que, además del problema social que esta decisión implica, vemos con temor el incierto futuro de este emblemático recinto, dotado de un valor histórico, patrimonial y ecológico.
Apelamos a la responsabilidad social de la Universidad Austral de Chile, histórica casa de estudios con fuerte arraigo regional, que ha contado con la colaboración de la comunidad valdiviana a lo largo de toda su historia, inclusive para lograr el patrimonio que actualmente ostenta. Por lo mismo, entendemos que la entidad propietaria de las cabañas Pumantú no es una inmobiliaria cualquiera, sino una Universidad tradicional.
Como vecinos nos hemos comunicado de manera respetuosa tanto con la administración como con las instancias superiores de la UACh (Decanatura de Ingeniería y finalmente Rectoría) sin lograr ninguna respuesta o un gesto que permita inferir que existe la más mínima responsabilidad social de parte de esta Casa de Estudios. Nos preocupa de manera extrema no tener noticias sobre nuestra solicitud de parte de las autoridades universitarias, siendo que la Universidad Austral está a punto de entrar a receso por vacaciones.
Es por esta razón que apelamos a la responsabilidad social y compromiso de vinculación con el medio de la Universidad Austral de Chile, sugiriendo que, a la luz de los argumentos expuestos, se replantee esta repentina y dramática decisión, y que se otorgue una extensión de un año como plazo para el desalojo de las cabañas, confiando en que podamos ir encontrando durante dicho lapso inmuebles para poder arrendar y vivir dignamente.
Grupo de familias Cabañas Pumantú de la UACh reglaperez@gmail.com
General Cuéllar
Mucho revuelo han causado las declaraciones del General Luis Cuéllar, quien trató de cobardes a los autores de dos homicidios en la Macrozona Sur esta semana. Al respecto, creo que Cuéllar falla en la forma, pero no en el fondo.
En la forma, porque no es esperable de un uniformado de alto grado incite a enfrentamientos armados con alta probabilidad de tener bajas militares o civiles(en realidad paramilitares). Sin embargo, en el fondo acierta. Que un grupo de civiles armados y a cara cubierta entre en predios a quemar casas, robar animales, amenazar y matar a personas inocentes, no es más que un acto de cobardía.
Lamentablemente, esto es una realidad asentada en nuestro país, que algunos incluso justifican.
Juan Francisco Reyes Santibáñez Jefe de Oficina Regional Los Ríos Fundación para el Progreso jfreyes@fppchile.org
Pobreza y Derechos Humanos
Hace una década que en Hogar de Cristo insistimos en declarar a la pobreza como una vulneración a los derechos humanos, en el sentido de que "Nacer y crecer en pobreza y vulnerabilidad" (título de un estudio que realizamos en 2020 con la alianza para la Erradicación de la Pobreza Infantil) tiene consecuencias perjudiciales para el desarrollo de las potencialidades en la vida de las personas, tanto en el presente como en el futuro.
Como país no podemos seguir aceptando y normalizando la pobreza. Por eso estamos proponiendo una Iniciativa Popular de Norma, que permita asegurar un estándar de vida digno a todas las personas, es decir, al menos por encima del umbral de la pobreza.
La nueva Constitución puede contribuir a asegurar un estándar mínimo vital para todas las personas, incorporando, dentro de su declaración de derechos, el siguiente texto:
"Toda persona tiene derecho a un estándar mínimo vital, entendido como el acceso a un conjunto básico de bienes que le permita vivir por encima del umbral de la pobreza. El Estado adoptará las medidas necesarias para asegurar el respeto, la protección, la provisión y la facilitación de este derecho, en conformidad con los principios de progresividad, de no-regresividad y de no-discriminación".
Esta norma constitucional, nos parece, contribuiría decisivamente a construir un país más digno y más justo para todos y todas.
Paulo Egenau Director social Hogar de Cristo