"Espero que los senadores que ejerzan se ocupen de los desafíos pendientes..."
PARLAMENTARIA. Hasta marzo representará en la Cámara Alta a Los Ríos. Hizo balance de su gestión y analizó los desafíos para la política nacional.
Hace ocho años, la periodista y cientista política Ena von Baer, se instaló en Valdivia, luego de obtener el respaldo necesario para ocupar un escaño en la Cámara Alta representando a Los Ríos.
A poco menos de dos meses de dejar el cargo, la parlamentaria -quien ya anunció su retiro de la política para volcarse al sector privado- revisó la contingencia nacional, así como su trayectoria política y la gestión que realizó con la finalidad de aportar al crecimiento de Los Ríos, una región donde -afirmó- creó su hogar y que, a pesar de no ser reelecta en las elecciones del 21 de noviembre de 2021, no tiene intenciones de abandonar.
"Siento un profundo agradecimiento hacia los vecinos de la región de Los Ríos, que me permitieron tener el honor de poder representarlos en el Senado y también a nivel nacional. Un profundo agradecimiento, porque significó para mí poder forjar un nuevo hogar acá en Valdivia. Agradecida, profundamente agradecida", expresó.
¿Se queda en Valdivia una vez terminado su periodo senatorial?
-Representar a la región me permitió crear un hogar acá. Mis hijos se criaron en Valdivia, son profundamente valdivianos. Estamos muy arraigados en este territorio y muy agradecidos como familia de la región de Los Ríos y, por supuesto, nos vamos a quedar en nuestro hogar, en nuestra casa.
Durante la campaña, ¿en algún momento, se puso en el escenario de una derrota en las elecciones, considerando los resultados que la centroderecha tuvo, por ejemplo, en la constituyente?
-Tener un cargo de senador y de elección popular es una función de servicio público y, tal como lo dice la palabra, uno está al servicio de las personas y es la ciudadanía la que decide; por lo tanto, siempre va a estar en mano de los electores y eso es lo bonito de la democracia; uno siempre sabe que el resultado no depende de uno, más allá de poner todo su corazón, su alma, su cariño. Es parte de la magia de la democracia.
Desde su experiencia política y como cientista política ¿a qué atribuye los resultados, en general, y la polarización de las fuerzas que se observó en las campañas?
-No comparto la opinión de que el resultado de las últimas elecciones muestre un país polarizado. No lo comparto nada. Y creo que uno se puede equivocar profundamente si es que lee las últimas elecciones pensando que hay un país polarizado, creo que es exactamente lo contrario lo que muestra los resultados de las últimas elecciones. Lo que nosotros tenemos es un país donde los dos candidatos que pasaron a segunda vuelta volvieron fuertemente, en su discurso, al sentido común y a una profunda moderación. Si es que el Presidente electo se equivoca en la lectura de los resultados de la última elección y piensa que la mayoría de los chilenos votó por un proyecto político de extrema izquierda creo que su gobierno va a ir a un fracaso muy rápido, porque lo que nosotros vimos fueron dos candidatos que moderaron fuertemente su proyecto político.
Hay que mirar bien los resultados, tenemos un poco menos, sólo un poco menos de la mitad de la población chilena que votó por un proyecto de derecha y, por lo tanto, tenemos un escenario político bien equilibrado. Veo más bien un Chile que se volcó hacia el sentido común, no hacia los proyectos extremos. La última elección la ganó el partido del sentido común y de la moderación.
Con relación a aquello, ¿cuál es la actitud que debiera tomar la centroderecha, reformularse, buscar nuevos liderazgos...?
-Así como el Presidente electo se puede equivocar en la lectura de las últimas elecciones, pensando que los chilenos quieren un proyecto de extrema izquierda, la centroderecha también puede cometer una equivocación histórica si busca una respuesta facilista al desafío que le presentaron los chilenos en las últimas elecciones.
Una solución fácil sería decir: aquí ganó la izquierda y, por lo tanto, hay que mimetizarse con el ambiente actual y proponer un proyecto político que termine siendo una mala copia de la izquierda; el otro camino que sería una equivocación y que también es facilista es que la centroderecha haga planteamientos populistas para hacerse cargo de los dolores que son reales de la ciudadanía chilena.