Semana Santa con presencialidad
Las ceremonias religiosas se realizan con asistentes por primera vez en dos años. El llamado es a extremar el autocuidado. Sin obligación de mascarillas, más aforos, aumento de personas en las calles por el fin de semana largo. Todos esos son factores para considerar...
Por primera vez en dos años, las ceremonias de Semana Santa se han podido realizar de manera presencial. Ya el Domingo de Ramos mostró a las comunidades católicas de regreso en sus templos de manera masiva y, la mayoría de ellas, ha programado las tradicionales actividades de Viernes Santo y de Resurrección recalcando con alegría que podrán volver a congregarse. Lo mismo ocurre con los Testigos de Jehová y otras iglesias (ver página 4).
Las nuevas ordenanzas del plan que reemplaza a "Paso a Paso" dejan un margen de mayor libertad al aforo y toda la región de Los Ríos enfrenta este fin de semana largo en etapa de "bajo impacto sanitario" (la que tiene menos restricciones), además de presentar las cifras más bajas de contagios activos de los últimos seis meses. Ayer el informe de Minsal indicó sólo 56 casos nuevos
El feriado también se inició ayer con la autorización para no usar mascarilla en lugares abiertos donde sea posible mantener distancia social. Una excelente oportunidad para el turismo y la reactivación económica.
Disponer todo para volver a celebrar juntos es una noticia positiva. Sin embargo, ella requiere también de un máximo de responsabilidad individual y colectiva, además de controles sociales, para que estos avances paulatinos, no se conviertan en retrocesos violentos. Ya hay experiencia con lo ocurrido en el verano, cuando se dio un escenario similar con apertura del comercio, aglomeraciones, más aforos y eventos, lo cual trajo más actividad en todas las comunas; sin embargo, el alza de personas enfermas fue enorme en marzo. Y ese mes -además- marcó el mayor registro regional de personas fallecidas desde 2020. 133. Casi todos mayores de 60 años de edad.
En esta ocasión el peligro latente es más serio todavía. Viene el invierno y, con él, la circulación de virus respiratorios que traen problemas severos de salud, especialmente para la población menor a 5 años y a las personas adultas mayores. O sea, hay que ser precavidos con las libertades que alegran, pero aumentan las posibilidades de contagio de covid-19.
El llamado, siempre, es al autocuidado. La pandemia no ha terminado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) así lo advirtió esta semana y su voz, claramente, es autorizada en esta materia.