Familias que viven en campamentos
Llama la atención que muchos de los asentamientos precarios se mantienen a lo largo del tiempo en las comunas locales. Lamentablemente, habitar de manera ilegal un lugar y actuar sobre los hechos consumados que implica una toma, se traduce también en vulnerabilidad.
Desde el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica y Techo Chile informaron que en Los Ríos hay casi 6 mil 700 familias que no tienen acceso a viviendas. Los datos son parte del programa "Déficit Cero" y esconden situaciones duras. El 12,7% de ese total regional vive en campamentos, una realidad que se mantiene por décadas.
Hace veinte años, en 2002, un catastro efectuado por el Programa Chile Barrio hablaba de 8.500 personas en asentamientos precarios de la antigua Provincia de Valdivia y señalaba que habría intervenciones -ese año- en 24 campamentos. En 2021 se habló de acciones con el Plan de Habitabilidad, en seis.
Lo que llama la atención es que algunos nombres todavía se repiten, con una década de distancia: Línea Férrea en Panguipulli; Las Vertientes en Los Lagos; Osvaldo Leal, en La Unión; Eladio Rojas y Arturo Prat en Valdivia. Incluso en 1996 y en 2002 ya se mencionaba la ocupación de Las Mulatas, junto al humedal; aunque este último sitio ha sido considerado recientemente como el campamento más nuevo en la zona, abarcando hasta la actualidad 76 familias catastradas hasta ahora, por un estudio de la Universidad Austral de Chile.
Lamentablemente, habitar de manera ilegal un lugar y actuar sobre los hechos consumados que implica una toma, se traduce también gran vulnerabilidad. Exposición a inclemencias climáticas, miedo constante de desalojo y hasta posibles abusos en el mismo lugar. Hace pocos días, Diario Austral recibió la denuncia de una pobladora que levantó un pequeño cuarto con tablas y latas, las cuales -aseguró- fueron sacadas y que luego le condicionaron volver a usar un espacio, aportando una cuota. Recurrió a la justicia, pero toda la situación es irregular en ese espacio junto al puerto. ¿Qué hacer entonces? La respuesta que recibió fue: organizarse y esperar. Pero en Chile los comités de vivienda esperan, algunos, hasta veinte años.
En este contexto es destacable que el Presidente Gabriel Boric, en su reciente cuenta pública, anunciara la construcción de 260 mil viviendas en todo el país durante sus cuatro años de mandato. Es de esperar que, transversalmente, las organizaciones que puedan colaborar para alcanzar esa meta, lo hagan.