En Los Ríos, y en casi todas las regiones del país, se llevaron adelante los Diálogos Sociales convocados por el Ministerio de Hacienda, cuyos resultados se considerarán como insumo en la Reforma Tributaria.

Se trató de un ejercicio ciudadano inédito para este tipo de temáticas vinculadas a la recaudación fiscal y en él se recogieron las propuestas de más de 600 personas de todo el territorio. En Valdivia se reunieron representantes de la sociedad civil en el campus Los Canelos de la Universidad Austral, entidad que ha seguido el proceso durante varios años.

Las ideas planteadas en las reuniones -extendidas desde abril a junio- se resumen en ocho puntos. Entre ellas, y de acuerdo a informado por los organizadores, la de mayor adhesión es la necesidad de "justicia tributaria" entendida a través de la progresividad de la tasa de impuestos según los ingresos; equidad de ellos ante similares rentas; evaluación de exenciones; sanción real a la evasión y a los que incumplan reglas.

También se destaca el llamado a dar permanentes cuentas públicas sobre los destinos de los fondos; simplificar trámites; garantizar la estabilidad en las normas y la certeza jurídica; además de entregar mejor asistencia y educación a los contribuyentes, quienes se reconocen como corresponsables junto al Estado en la generación de fondos para financiar inversión social pública.

El resultado de los Diálogos fue sistematizado y entregado esta semana al Presidente Gabriel Boric, quien reiteró que todas las temáticas abordadas son "fundamentales para el desarrollo nacional".

El paso siguiente será la entrega oficial de la Reforma el próximo 30 de junio. Luego se iniciará el debate legislativo, que estará cruzado por una visión transversal de la necesidad de generar cambios, aunque con polémicas respecto de la profundidad y orientación de los ajustes.

Desde Los Ríos se deberá seguir atentamente el proceso completo y en particular cuando se llegue a los "Impuestos Verdes" y a la Ley de Rentas Regionales, claves para dos temas permanente en la agenda local: cuidado ambiental y descentralización. Eso ocurriría en el cuarto trimestre de la discusión; fines de 2023, probablemente.

El pasado martes 14 de junio se realizó la asamblea anual de socios de SAVAL FG. Después de innumerables reuniones vía online producto de la pandemia, regresamos a la presencialidad, una experiencia reconfortante.

Se podía sentir el interés por participar. Se extrañaba esa comunicación mirando a los ojos, intercambiando opiniones y visiones, sin la distancia de la pantalla. La alta convocatoria obtenida es sinónimo de ese interés.

A los socios les motiva conocer las actividades de su directorio, los logros del año, y los proyectos y desafíos para el próximo, informarse de la actualidad del gremio y tratar los temas contingentes.

Sin duda la mayor preocupación este año es la violencia rural. Los socios de SAVAL FG, y en general todos los agricultores, colaboradores y habitantes del mundo rural de nuestra región, han sido testigos del alza desmedida de la violencia y del terrorismo.

Cuando las autoridades y políticos creen que el mayor problema para el agro es el cambio climático o las "heladas", se equivocan nuevamente, y de manera rotunda. Lo que el agro necesita es paz. Paz para trabajar, para proyectar la actividad, o simplemente, para vivir en el campo.

No es posible pretender seguridad alimentaria si se permite el actual nivel de inseguridad.

Se necesitan políticos comprometidos por la paz, que descarten la violencia, sin peros ni tapujos, sin cuestionamientos, y que lo expresen de manera clara. Sin seguridad no habrá alimentos.

A la seguridad se suman políticas claras y que realmente apoyen el agro mirando el futuro.

Cuando vemos que la crisis hídrica se extiende por el país y se hace cada vez más complejo producir alimentos, es inentendible que se proponga expropiar los derechos de agua a los agricultores. Una nueva fuente de incertidumbre, de inestabilidad. Y sin duda la propuesta de constitución que elimina el estado de excepción será un duro golpe en el camino a la seguridad rural.

En la asamblea queda claro el mandato al Directorio de procurar la participación gremial de los agricultores, de generar cohesión y trabajo mancomunado para exigir el derecho a trabajar y vivir en paz.

Francisco Isla

Presidente Saval FG