Buen uso del sistema sanitario
En más de un 30% ha crecido la presencia de desechos sólidos en los alcantarillados; eso satura las redes y causa daños severos. La empresa Essal, que atiende a once de las doce comunas de Los Ríos, informó que en 2021 retiró 620 metros cúbicos de desechos sólidos desde las redes.
En Chile, de acuerdo a datos de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), hay un 99% de cobertura de agua potable (sobre todo áreas urbanas), un 97,17% en recolección de aguas servidas, y 99% de alcance global en el tratamiento de las aguas residuales con cobertura de alcantarillado.
Las cifras son positivas, sin embargo, no siempre es tan fácil mantenerlas, en parte por el servicio de las empresas a cargo (54 concesionarias que llegan a casi 15 millones de usuarios) y también por el mal uso de las redes que realizan las personas, especialmente de la red de tuberías que saca las aguas servidas desde los domicilios y las conduce hasta las plantas de tratamiento.
En Los Ríos, por ejemplo, este año se ha reportado un aumento de 30% en la obstrucción de alcantarillado por material sólido indisoluble ajeno al servicio higiénico. A través de diversas informaciones de prensa se ha conocido que los trabajadores de las sanitarias hallan desde ramas hasta muebles que taponean los flujos. Y últimamente crece la presencia de mascarillas tiradas directamente al desagüe.
Un comunicado de la empresa local Essal (que atiende a once de las doce comunas de la región) indica que en 2021 retiró 620 metros cúbicos de desechos, "un volumen similar a doce contenedores marítimos", grafican para referenciar la magnitud del problema.
Lamentablemente esta mala utilización no solamente afecta a quienes tienen conductas irresponsables. También lo hace a sus vecinos a la comunidad cercana y al medioambiente, porque el vertimiento de desechos contaminados causa daños irreparables en el entorno y riesgos para la salud de la población.
Por otra parte, es un problema la mala gestión de aguas lluvias. Esa tarea es estatal y, si no se cumple bien, las aguas caídas rebalsan los límites de recepción de las cañerías y las colapsan. Essal también añade que, cada invierno, llegan de manera irregular al sistema 30 millones de metros cúbicos de agua adicional, "equivale a 3 millones de camiones aljibe".
¿Qué hacer al respecto? Solamente educar a la comunidad e insistir en la conciencia individual y colectiva frente a este servicio básico y de primera necesidad para la vida cotidiana.