El robo de madera es un problema severo en toda la zona sur. Los datos oficiales vinculan a estos delitos con el accionar de bandas de crimen organizado, narcotráfico y violencia rural; hechos que afectan severamente la seguridad y sustento diario de las comunidades. La sustracción de esta materia prima implica una cadena entre quienes cortan y extraen desde los predios forestales, los que transportan y otros que comercializan; sumados a un grupo -no menor- que adquiere, sin preguntar sobre el origen de lo que recibe. El proceso se facilita por escaso control, ninguna trazabilidad, disparidad de información entre distintos servicios encargados de fiscalizar y sanciones bajísimas o nulas a quienes infringen las normas.

Además, como ocurre con el abigeato, muchos afectados dicen que "se sabe" quiénes están detrás de cada acción ilícita; pero las denuncias no prosperan. Un poco por temor a represalias y, mucho, por desilusión ante la lentitud de las respuestas oficiales.

La descripción de los hechos y los diagnósticos están hechos. Ellos sirvieron de insumos para la Ley de Robo de Madera -que tipifica delito, establece penas más duras y sienta bases para labor coordinada- aprobada en la Cámara de Diputados el año pasado, pero que espera hace más de seis meses su turno en el Senado. Mientras, los hechos continúan y datos de Corma (Corporación de la Madera) informan que sus asociados entre Bío Bío y Los Lagos han debido enfrentar pérdidas superiores a los siete millones de dólares por esta causa.

Desde Los Ríos, Pymemad (Asociación gremial de pequeños y medianos industriales de la madera) ha alzado la voz y pidió a los parlamentarios regionales que contribuyan al avance de la ley. También a las autoridades para que se activen mesas en las cuales participen las forestales de mayor envergadura, considerando su peso sobre el mercado.

En entrevista con www.soyvaldivia.cl, el dirigente Patricio Escalona expuso la inquietud de su sector ante una realidad cada vez más compleja y frecuente en esta zona; lo cual interpretan como una peligrosa señal del avance de escenarios como lo que hoy se lamentan en La Araucanía. Escuchar esas voces y reaccionar a tiempo es, entonces, prioritario.

Esta semana se cumplieron 89 años de vida de la Policía De Investigaciones de Chile, fundada por el ex-Presidente Arturo Alessandri Palma en 1932 bajo el Decreto Supremo N° 5215. La función que cumple en nuestro país tan loable institución, es muy relevante en la lucha del crimen organizado, incluida la investigación de carácter técnico. Hace pocos días, la encuesta CEP, mostró un apoyo a la policía civil de un 45 %, lo que se traduce en un respaldo ciudadano del cual muy pocas instituciones gozan, producto de su arduo y loable trabajo realizado por años para dar tranquilidad a la comunidad.

Como todos sabemos, la delincuencia ha aumentado de manera exponencial durante el primer semestre del 2022, donde, complementándose con crímenes alevosos que han estremecido a la opinión pública. En algunos casos, se han transformado en complejos enigmas, donde se necesita cautela y pericia para dar con los culpables. Es allí donde la PDI se ha destacado, logrando dilucidar casos muy complejos, logrando obtener evidencia desde la nada, para apoyar el trabajo del ministerio público, y así avanzar en justicia, dando respuesta efectiva en la dirección a castigar el delito, y a fortalecer el rol de las instituciones.

Por estos días también, hemos visto la desarticulación de bandas organizadas, movidas por el narcotráfico y el delito en general. El caso del "tren de Aragua" es un ejemplo de cómo la policía se ha ido internando en situaciones complejas, con muy buenos resultados, desarticulando una facción peligrosa de carácter internacional y que ya había formado con el tiempo, redes del delito en nuestro país.

Hoy la PDI está desplegada en cada rincón de nuestra nación, atendiendo miles de casos, con rapidez y solidez en su trabajo, que le ha permitido a la justicia, colaborar con otras instituciones para evitar la consumación del delito. Este es un punto muy relevante, porque se adelanta a la consumación de hechos delictuales, que lo único que hacen es provocar efectos nocivos en la población.

Es también relevante para nuestro país que hoy la PDI cuenta con laboratorios e infraestructura de punta, a un nivel de las mejores policías de Latinoamérica, y eso debería enorgullecernos como chilenos. Vaya para la institución, desde este espacio, mi saludo y mis felicitaciones por tan loable trabajo y compromiso con Chile.

Gastón von Mühlenbrock

Diputado