Crimen organizado en cárceles: la advertencia de Gendarmería
La llegada a Valdivia de ocho reos de alta peligrosidad ha puesto en la agenda regional el tema de las bandas criminales que operan en el interior de los penales de Chile. En 2021, Gendarmería emitió un informe advirtiendo que suman 570, que tienen poder y amenazan las bases sociales. En estas páginas está parte de ese texto.
Crimen organizado en cárceles: la advertencia de Gendarmería
Un total de 570 bandas delictuales operan al interior de los penales chilenos. Esto significa que grupos de crimen organizado que existen en el medio exterior (o "medio libre") mantienen, al menos, a dos de sus miembros recluidos y desarrollan actividades con ellos, a pesar de esa detención. En total se ha identificado a 2 mil personas integrando estas agrupaciones, frente a un total de casi 39 mil internos distribuidos a lo largo del país; pero con un poder creciente y preocupante.
Así lo advierte el documento "Crimen organizado en las cárceles chilenas" elaborado por Gendarmería de Chile y publicado por la Fiscalía Nacional en el Informe 2021 del Observatorio de Narcotráfico.
Las cifras entregadas también incluyen a Valdivia, donde se verifican las descripciones del accionar de estos grupos: redes externas para manejo de narcotráfico, internación ilegal permanente de celulares, envío de drogas desde el exterior a través de "pelotazos" lanzados desde fuera de Llancahue, riñas de grupos rivales. Esta semana, de hecho, fueron condenados tres internos que asesinaron a otro, apuñalándolo con armas blancas hechizas.
El texto de Gendarmería también reconoce que la dotación de personal y recursos para enfrentar este tipo de organizaciones no da abasto. Y alerta: "El fenómeno del que se da cuenta se sigue instalando día a día tanto en barrios como en las cárceles de nuestro país, por lo que resulta preciso actuar de forma que no se siga desarrollando, complejizando y naturalizando en nuestras Unidades Penales, impidiendo u obstaculizando las posibilidades de reinserción social de la población penal en su conjunto".
Tren de aragua
Es en este contexto que debe comprenderse el caso registrado en Colina 1 de Santiago el 22 de junio pasado, cuando se descubrió a un grupo de reos torturando a "primerizos" que llegaban a sus módulos, enviando videos a las familias de las víctimas y extorsionándolas para pedir dinero a cambio de su seguridad. Cobraban cuotas de hasta 40 mil pesos diarios, según lo publicado en diversos medios, que eran recaudados directamente por personas vinculadas a ellos.
Cuarenta y dos de los involucrados en esos hechos, la mayoría extranjeros, fueron repartidos a diferentes penales del país. Ocho llegaron a Valdivia y se investiga -hasta el cierre de esta edición no estaba formalmente confirmado- si estos, además, tienen vínculos con el Tren de Aragua, peligrosa banda internacional de origen venezolano dedicada a la venta de drogas, trata de personas, comercio ilícito, tráfico de armas, entre otras acciones ilegales.
A la luz de estos antecedentes es que se levantaron voces locales de alerta y se activaron dispositivos especiales de seguridad en la región.
Esto, considerando algo que el documento de Gendarmería detalla con precisión: "Con la reclusión en los recintos penitenciarios de personas vinculadas a las bandas criminales y crimen organizado, ingresan, además, su forma de vida, métodos delictuales y disputas territoriales por la venta de drogas ilícitas, contrabando, clonación de vehículos, tráfico de personas con fines de explotación sexual, entre otras, comenzando a reproducirse las dinámicas delictuales del medio libre en los establecimientos penales, generando una transformación en la cultura carcelaria, incluso, con la perpetración y coordinación de delitos desde los mismos recintos penitenciarios".
Pero, a pesar de la llamada de atención actual, la situación no es nueva. En estas páginas se reproducen partes del informe de Gendarmería, entregado en septiembre del año pasado.
Vínculos y corrupción
En el documento se establece que hay evidencia respecto a que las personas privadas de libertad que llegan a las cárceles por casos asociados al crimen organizado (asociación ilícita, armas, narcotráfico delitos violentos, etc) siguen vinculadas "de manera constante y permanente al submundo delictual".
Y añade textualmente un detalle de esos lazos y los alcances que ellos tienen tanto al interior como exterior de las cárceles: "Esta criminalidad organizada sitúa a Gendarmería de Chile en un contexto de particular relevancia en el circuito de seguridad pública al momento de enfrentarla. La detención de avezados delincuentes, el posterior ingreso al sistema
"El fenómeno del que se da cuenta se sigue instalando día a día tanto en barrios como en las cárceles de nuestro país, por lo que resulta preciso actuar de forma que no se siga desarrollando, complejizando y naturalizando en nuestras Unidades Penales..."
Informe Gendarmería, Observatorio de Narcotráfico Fiscalía Nacional
"Con la reclusión en los recintos penitenciarios de personas vinculadas a las bandas ingresan, además, su forma de vida, métodos delictuales y disputas territoriales, la venta de drogas ilícitas, contrabando, clonación de vehículos, tráfico de personas con fines de explotación sexual..."
Informe Gendarmería, Observatorio de Narcotráfico Fiscalía Nacional
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