Un total de 139 cervezas representarán a Chile en la final internacional de la Copa Cervezas de América 2022, que se efectuará en octubre en Valdivia y que reunirá también a representantes de Argentina y Brasil. La selección nacional se hizo el sábado, con 24 catadores internacionales, quienes calificaron productos llegados desde diferentes regiones del país; entre las elegidas hay de Los Ríos, Temuco, Santiago y Valparaíso.

Esta será la novena versión del evento -impulsado desde su origen por los valdivianos Daniel Trivelli y Emilio Becker- apoyado ahora por la Universidad San Sebastián, con respaldo del Gobierno Regional a través del financiamiento otorgado al proyecto FIC 22-09 (Fondo para la Innovación y la Competitividad) "Fortalecimiento de gestión de Nodos de negocios de productos regionales", que no solamente incluye la competencia, sino la realización de charlas y capacitaciones en todas las comunas.

También se trata de una propuesta transversal, que busca potenciar la actividad cervecera de Los Ríos, poner en valor la "cultura cervecera" y mostrar el liderazgo que tiene en esta materia a nivel nacional. Con ese objetivo se trabaja en una mesa técnica en la cual se suman esfuerzos de la Uach (investigación en lúpulo y cebada), Unión de Cerveceros, Los Ríos Convention Bureau, Cámara de Comercio de Valdivia, Cervecería Kunstmann, Cervecería Bundor, Cervecería Cuello Negro y Comunidad de Mujeres Cerveceras del Sur.

Llevar adelante esta competencia es parte de una serie de logros que se han sumado en las últimas tres décadas, recogiendo la tradición alemana de los colonos, difundiendo la producción y generando hitos como el logro de la denominación de origen "Cerveza Valdiviana" (ahora en revisión). Paralelamente se ha avanzado en investigaciones sobre el uso del material que queda luego de la producción y el vínculo con el desarrollo social-humano del sur de Chile.

Este esfuerzo se traduce en la construcción de una identidad local que genera beneficios tanto en lo económico por el potenciamiento de una industria productiva vinculada a pymes; como en el turismo, pues el producto se convierte en puerta de entrada hacia el territorio y sus atractivos. Y eso implica avance para la región. No solamente para un rubro productivo.

Valdivia es una de las ciudades más antiguas de Chile, con un crecimiento sostenido a partir de 1850 con el proceso de industrialización. Carlos Anwandter, migrante alemán, instaló la primera botica (farmacia), y una fábrica de cerveza. Los Harverbeck y sus navíos a vapor, los Rudloff y sus calzados, entre otros. Sin embargo, no todo podía ser trabajo, también se necesitaba un lugar de esparcimiento. Desde esa mirada, surgió la idea de un grupo de valdivianos por instalar un teatro en la ciudad del Calle Calle. La idea fue tomando fuerza, y hasta que un grupo de privados de la mano de los arquitectos Carlos Swinburn y Eduardo Secchi, dieron vida al proyecto. El teatro sería inaugurado el 14 de diciembre de 1935, dando un salto a la categoría de ciudad cultural y centro de espectáculos.

Se cuenta que el teatro llegó a tener más de mil butacas, y en su interior se encontraban locales comerciales, para atender a la familia, donde grandes y chicos disfrutaran con alegría una golosina mientras miraban el estreno del momento. El teatro estaba recubierto con material de calidad, y eso explica los discretos daños del teatro con el terremoto del 22 de mayo de 1960.

Con los años el cine fue perdiendo algo de preeminencia frente a la televisión. A fines del siglo pasado, entraron con fuerza los videos clubes, trasladando el cine al hogar. Actualmente, la oferta se ha extendido a la televisión satelital, internet, entre otros servicios. El cine, cada vez fue perdiendo fuerza, pero la memoria colectiva, siembre esta presente en esos momentos gratos de nuestra vida, cargados de simbolismos, y del cual sentimos ansias de volver a repetirlos.

El teatro Cervantes a inicio del presente siglo, se encontraba muy afectado con el paso del tiempo. Su recuperación significaba una inversión apreciable, económicamente hablando. Sin embargo, los valdivianos nuevamente aspiraban a recuperar el teatro, y encontraron eco en las autoridades de la región.

El 2008 el gobierno compró el teatro y el Ministerio de Obras Públicas se encargó de su remodelación, quedando habilitado para recibir a más de 800 personas. Hoy el teatro Cervantes, es considerado uno de los centros históricos y culturales más importantes de la región, un patrimonio que nos debe llenar de orgullo, pero también preservar y cuidar con la mayor de las responsabilidades.

Gastón von Mühlenbrock

Diputado