Ayer lograron un acuerdo la rectoría de la Universidad Austral de Chile y el Sindicato de Docentes de esa casa de estudios superiores. Probablemente, en las próximas horas existan también avances con el Sindicato Nº1 de Trabajadores y, si así fuera, la institución podría retomar sus actividades académicas y administrativas, paralizadas durante casi un mes debido al conflicto surgido en el marco de las respectivas negociaciones colectivas (ver p.6)

El término de la huelga es una buena noticia, tanto para la institución -que no ha podido iniciar el segundo semestre de 2022 de manera normal- como para la comunidad de Los Ríos. Si bien el proceso vivido entre las partes es algo que compete al ámbito laboral de funcionamiento interno de la entidad; nadie puede obviar que la Uach tiene una profunda importancia en la región. Es la principal organización empleadora de la zona y eso se traduce en que la estabilidad de su funcionamiento repercute también hacia el territorio y las familias que lo habitan. Pero su gravitancia no se queda solamente en ese ámbito. También se trata de un símbolo ciudadano. Fue creada en septiembre de 1954 por esfuerzo de personas que apostaron por el desarrollo desde la educación y levantaron una alternativa a los centros educacionales concentrados hasta entonces en Santiago, Valparaíso y Concepción. Fue, además, base del sustento académico para la creación de la región de Los Ríos en 2007 y constituye hoy uno de los pilares que transforman a Valdivia en una Ciudad Universitaria junto a Inacap, U. San Sebastián y U. Santo Tomás.

Es decir, hay significado material y espiritual involucrado. En ese contexto es que debe entenderse la preocupación manifestada en días recientes por el Comité Nueva Región, la Cámara de Comercio e Industrias, gremios y movimientos regionalistas, además de personas particulares, que emitieron opiniones llamando al diálogo. "Salvemos nuestra universidad" era el título del comunicado entregado hace unos días desde la sociedad civil, recordando a los actores involucrados que su actuar no tiene solamente gravitación interna. Es de esperar que el acercamiento logrado ayer permita recuperar actividades, pero también ir dejando atrás la polémica en que se ha visto envuelta desde 2021.

El pasado 7 de julio, el gobierno envió al Congreso el proyecto de Reforma Tributaria, con modificaciones a la ley sobre Impuesto a la Renta, Código Tributario, Ley de IVA, introducción de un nuevo impuesto a la riqueza, entre otros. Esta reforma es la propuesta del Estado para obtener recursos con los que financiar las próximas reformas de pensiones y de salud, objetivo que pretenden lograr elevando la carga tributaria, aumentando así la recaudación fiscal para poder cumplir esos y otros objetivos de su agenda.

Independientemente de cuales sean sus objetivos, la experiencia internacional ha demostrado que el alza de impuestos tiene un impacto negativo en la economía de un país, reduciendo el ahorro, la inversión y generando un menor crecimiento económico que finalmente perjudica a los trabajadores, más de los que los favorece.

Tanto las empresas como las personas naturales ven con incertidumbre cómo influirán en su bienestar las principales modificaciones propuestas por el proyecto, que afectará a las empresas con menor disponibilidad de caja para inversión, reduciendo los salarios y/o la mano de obra y traspasando finalmente una parte del alza de impuestos al precio final que accederán los consumidores. Una reforma tributaria que afecte la inversión y el crecimiento económico afectará con mayor intensidad a las PYMES, agrícolas y no agrícolas, muchas de las cuales aún no salen de la crisis financiera generada por la pandemia.

Por otra parte, el hecho de aumentar los impuestos a las personas disminuye la generación de ingresos, ya que se genera un menor incentivo a trabajar y a invertir, traduciéndose finalmente en un deterioro en el bienestar de las personas.

Hoy nos enfrentamos a un panorama adverso transversal, tanto a nivel local como internacional, con negocios de márgenes estrechos, costos de producción y de vida cada vez más altos. Si así ya es complicado, ¿qué es lo que realmente se nos viene con la Reforma Tributaria presentada por el Gobierno? Es tiempo de preocuparnos y ocuparnos del futuro cercano que podría causar la desaparición de muchas Pymes y grandes empresas que están fuertemente endeudadas, tratando de subsistir en un sistema que lejos de ayudarnos nos perjudicada cada vez más.

Carolina Oettinger W.

Directora SAVAL F.G.