Luego de 12 años de constantes y mantenidas manifestaciones de diversos movimientos, organizaciones y vecinos y vecinas en contra del megaproyecto que buscaba construir la represa hidroeléctrica en el río San Pedro, al fin fueron escuchados, y Colbún desistió.
Parece que fue ayer cuando marchamos por las calles para exigir y decir con fuerza ¡No a la represa San Pedro! Esto es un triunfo de la ciudadanía, quienes con convicción, durante muchos años, han resistido estoicos. Sin dudas, esto no hubiera sido posible sin la fuerza de los movimientos civiles, quienes nunca bajaron los brazos.
Lamentablemente, otros proyectos con efectos parecidos y repercusiones ambientales similares, en donde ha primado el criterio extractivistas o atentadores contra la naturaleza y las comunidades, no han tenido la misma suerte. El modelo económico depredador, la poca protección a nivel constitucional en materia ambiental y la crisis hídrica y climática, parece ser la triada perfecta para que aún existan zonas de sacrificio. No queremos empresas que represen los ríos ni que destruyan los ecosistemas; queremos empresas que aporten al desarrollo productivo sostenible de nuestra región y de nuestro país.
No podemos quedarnos pávidos esperando que la sociedad civil continúe - como David versus Goliat - ejerciendo las labores de fiscalización, control y cuidado del medio ambiente. Tenemos que avanzar en legislaciones y políticas públicas eficientes y efectivas que aseguren la debida protección al medio ambiente. Se requiere determinación presupuestaria para las gobernanzas de las áreas de protección y una fuerte institucionalidad ambiental que haga frente a Colbún y a las otras empresas que cumplan con dichas características. No es posible comprender y menos aceptar que un proyecto como este haya contado con tantos procesos de evaluación ambiental, habiendo presentado a lo menos cuatro intentos fallidos en el SEA. En experiencia comparada, la acción sobre proyectos con impacto ambiental caduca, sin embargo, en Chile es posible volver a presentarlo varias veces. Esto es inaceptable.
Esta noticia es un triunfo del territorio, el cual, se levantó innumerables veces frente a las injusticias. Sin los y las vecinas que siempre vieron y reconocieron la amenaza de esto proyecto, esta conquista no hubiera sido posible. Felicito a todos los dirigentes y a toda la comunidad movilizada que dijo fuerte y claro ¡No a la represa en el río San Pedro!
Alfonso de Urresti L.
Senador por Los Ríos.